Si te gusta mucho comer y vienes de erasmus a Bélgica, te puedo decir que has acertado con tu destino. Durante estas semanas he estado probado la comida típica belga y aquí os dejo una lista de los platos must que tienes que probar si vienes a estudiar, trabajar o simplemente de visita a Bélgica.
- El plato numer one en restaurantes, cervecerías y frituries ambulantes son, sin ninguna duda, las frites. Es decir, las “simples” patatas fritas. Pero es que en Bélgica parece que no son tan simples como parecen, ya que la receta tradicional de la fritura se estudia en escuelas de hostelería. Hacen una doble fritura: primero poco a poco para que se hagan por dentro, después rápido para que se doren por fuera. Son un auténtico símbolo del patrimonio nacional belga. Se suelen comer por la calle, acompañadas de alguna salsa.
- El gofre, otro símbolo dulce de Bélgica. Si sales a dar un paseo, los hueles por todas partes. Los nacionales belgas se lo comen “al natural”, con un poco de azúcar, ya que dicen que lo mejor es saborear la masa del gofre. Yo tengo que admitir que me gusta acompañarlo de chocolate derretido, nata o fresas…
- La Carbonnades flamandes, un típico estofado de carne en cerveza belga. Este plato de comida tradicional belga es muy conocido y hay que decir que esta riquísimo.
- Y por último el Frikandel, la versión belga del hot dog, pero en este caso la salchicha está frita y no cocida. Se suele servir sola, sin pan, y acompañada de puré de patata con verduras. La tienes que probar…
Queridos amantes de la gastronomía, ¡a comer se ha dicho!
Tengo 21 años y nací en Barcelona, aunque vivo en Cambrils, un encantador pueblo marítimo en la provincia de Tarragona. Estudio química en la “Universitat Rovira i Virgili” de Tarragona y he venido aquí para acabar mi carrera universitaria en la UC Leuven-Limburg (associada a la KU Leuven).
¿Y porque decidí presentarme a esta beca para ser corresponsal de Erasmus en Flandes?
Porque soy una química con intereses de “blogger”. Así soy yo, un poco de aquí y un poco de allá, con intereses tan diversos que comprenden desde la ciencia hasta la fotografía, desde la cultura hasta la fiesta y desde los gofres hasta la cerveza belga. Me apasiona viajar, aprender, reír, comer, disfrutar y vivir la vida al límite… Es por ello que decidí acabar mi carrera universitaria en la Salamanca de Europa, Lovaina, y así no perder la esencia de mis raíces.