¡Hola! ¿Cómo va el mes de agosto? En Flandes se está fenomenal este mes. Al contrario que en invierno, hay sol casi todos los días y la temperatura es agradable para estar en la calle a cualquier hora. Animada por este buen tiempo, estoy saliendo mucho últimamente a probar cervezas, ya que, durante mi erasmus de septiembre a febrero, llovía mucho y terminaba yendo siempre a los bares más cercanos y probando las mismas cervezas. Hoy te llevo conmigo a una cata de cervezas en la cervecería Karrelees localizada en Malinas, un comercio totalmente artesanal donde todos los trabajadores pertenecen a la misma familia.
Acerca de Karrelees
La cervecería se encuentra en el pueblo de Leest a 40 minutos en bus desde la estación de Malinas. En este enlace te dejo su ubicación. Al bajar del bus, te encontrarás en un pueblo totalmente rural. La cervecería está a menos de diez minutos andando. Pasarás por un camino donde hay incluso verduras cultivadas. Lo que te decía: ¡todo rural!, ¡una buena escapada al campo!
Con respecto al transporte público, aprovecho para decirte que la aplicación para autobuses y tranvía en Flandes se llama «De Lijn». Es mucho más fácil comprar tu ticket desde tu móvil que hacerlo en las máquinas de las distintas paradas.
La cervecería Karrelees fue fundada por Walter Verbruggen, padre de familia. Este señor tenía el curioso hobby de elaborar cerveza en su tiempo libre. Una vez se jubiló en 2020, convirtió este hobby en un auténtico negocio. Con la ayuda de su esposa y sus hijos, mejoró sus instalaciones y transformó su porche en una cafetería.
Cata de cervezas
Horario y cómo llegar
La cervecería abre solamente los viernes de 14:00 a 23:00. Desde la estación de Malinas, puedes llegar fácilmente en bus. También puedes dar un paseo de 30 minutos en bici, ya que los caminos están bien conectados y puedes dejar la bicicleta justo en la entrada de la cervecería. Si te decides a ir en bici, ten en cuenta que hay que pagar cuatro euros adicionales por meter la bicicleta en el tren.
Experiencia
Tuve una experiencia realmente agradable. La tarde estaba soleada y corría una ligera brisa. Encontrarme en un pueblo rural me resultó muy relajante. Cuando miraba más allá de las mesas de la cafetería, solo veía hierba y cultivos.
Cogí una mesa en la terraza y un camarero vino a atenderme. «¿Qué cerveza me recomiendas?» le pregunté. Me señaló la Blond Citra y la Mosaic, ambas cervezas rubias con un bajo porcentaje de alcohol. No me lo pensé más y pedí el vaso pequeño de ambas. Desde el primer sorbo noté unas cervezas muy suaves, espumosas y llenas de sabor. Mi favorita fue la Mosaic, hecha con arándanos, mandarina y papaya.
Precios
De una cervecería artesanal habría esperado precios bastante altos. Me llevé una buena sorpresa porque los vasos de 25 cl costaban 3,50€. Creo que es un precio bastante asequible estando en Flandes. La sección de cervezas «Vintage infused» son un poco más caras, cuestan 5,50€, pero contienen más ingredientes en su preparación.
Irte de cervezas con tus amigos por los bares que tienes cerca de casa está genial, pero no te pierdas la experiencia de ir a una pequeña fábrica artesanal. Te aseguro que en cada sorbo se aprecia que son cervezas echas con mimo, paciencia e ingredientes de calidad. Aparte, una experiencia así te hará conocer zonas de Flandes más allá de los ciudades. En mi caso, descubrí el pueblo de Leest a unos 8km de Malinas.
Estoy siempre atenta a tus comentarios. Que tengas un muy bien día y te bebas alguna cerveza con tus amigos.
Un abrazo,
María.
Soy una estudiante sevillana de la Universidad de Sevilla. Estudio la carrera de Filología Hispánica.
Me encuentro actualmente realizando un Erasmus en Gante durante el primer semestre. Volveré a la ciudad en julio para la realización de unas prácticas extracurriculares en el centro de idiomas de la Universidad. Mis pasiones son viajar y escribir. Estoy disfrutando mucho de mi estancia en Flandes.