Corría el año 1838 cuando nació en Bélgica uno de los instrumentos musicales más populares de todos los tiempos. A día de hoy, lo podemos encontrar en la música clásica, el jazz, el soul, el rock, el pop y otros sub-géneros. Hablo del que, probablemente, sea el instrumento con más sex-appeal de la historia.
ASÍ ES, ME REFIERO AL SAXOFÓN
Su inventor, Adolphe Sax, nace en el año 1814 en Dinant. Desde muy temprano, la música llama su atención y se inicia con el clarinete. Al darse cuenta de las imperfecciones de este instrumento, comienza a introducir mejoras y a construir otros instrumentos semejantes.
Al inventar sus primeros saxofones, Adolphe enseguida aprecia su extraordinaria sonoridad y trabaja contra viento y marea para que sean reconocidos como instrumentos musicales modernos y de calidad. Tras ganar varios juicios que cargaban contra él y trasladarse a París para presentar su invención, consigue el reconocimiento que deseaba. En 1894 Adolphe fallece tras una vida llena de música pero falta de homenajes.
Años más tarde, en 1914, el saxofón empieza a utilizarse en el ámbito de la música de jazz. Hasta la fecha, de hecho, es el instrumento-referencia del género. Esto marca un nuevo repunte del instrumento que lo hace aún más popular e impide su caída en el olvido, algo que Adolphe no logró evitar con otros de sus instrumentos como la saxotromba o la saxtuba. Actualmente, el jazz está muy presente en Bélgica. Prueba de ello son los numerosos festivales que se organizan en el país a lo largo del año. Casi con toda seguridad, Adolphe estaría muy satisfecho.
Como pequeña curiosidad, la imagen de Adolphe Sax aparecía en los billetes de 200 francos belgas hasta el año 2002, cuando el Euro fue introducido. Casi lo pillamos.
*Elegante solo de saxo imaginario para despedir el post*
OS ESPERO EN EL PRÓXIMO POST: Desde el otro lado | Cementerio Campo Santo de Gante
Os invito a este extraño lugar. Aunque las visitas no son frecuentes, haremos de esta ocasión la excepción que confirma la regla. Bienvenidos a mi cabeza.
Seguidme, os llevaré a un sitio muy especial. Normalmente, tras esta puerta pintada de colores, uno puede toparse con espaguetis flotantes, junglas de pingüinos o ciudades invisibles… A decir verdad, la mayoría de las veces, ni siquiera yo mismo estoy seguro de lo que me espera al girar el pomo. De todas formas, hoy podéis estar tranquilos. Hoy sí sé lo que hay al otro lado:
Al otro lado está Gante. Y sus calles adoquinadas, clones en bici, música abstracta, dinosaurios, idiomas alienígenas, hechizos y, dentro de esta normalidad, infinidad de locuras.
Lo más seguro es que si os dejase sueltos por este lugar, acabaríais majaras. Como no queremos eso, os lo voy a enseñar poco a poco, durante cinco meses.