Volver a dar clases después de todo el verano sin pisar la universidad puede ser entretenido, emocionante, otras veces pesado o aburrido. Pero sin duda este no es el caso de la vuelta al cole en Amberes. El primer día de clases ¡no hay clases! Cada asociación universitaria tiene un stand en el campus y todos venden algo: copitas champán a un euro, cerveza por supuesto, sanwiches, y todo lo que te pueda apetecer una magnifico día de septiembre a la una de la tarde.
Como podéis ver ¡el ambiente es ideal!
Pero esta fue sólo la antesala de la semana de bienvenida, dos días más tarde hemos podido disfrutar del “Studay”. Cada año, los estudiantes universitarios de esta ciudad se reúnen en una gran explanada para pasar el día juntos.
Cuando llegué, lo primero que me sorprendió es lo organizado que estaba todo. Al entrar, te ponían una pulserita y controlaban la entrada. Una vez dentro, había espacio para todo. Una de mis preferidas fue la zona chill out donde podías sentarte en unos grandes cojines ¡y pisar arena de verdad!
En cada uno de los tres extremos del recinto, una zona de música. Actuaron grupos de jóvenes belgas que animaron mucho la fiesta. Uno de los grupos que más me gustó fue intergalactic lovers, muy divertidos.
También podías encontrar una zona de bienestar y diversión, donde podías cortarte el pelo, darte un masaje o jugar a los dardos. A mí me encantó la cama elástica y ¡unas bicicletas que daban vueltas de 360º!
Otra sección estaba dedicada a la información y la cultura. Allí podías informarte de absolutamente todos los eventos de la ciudad y lo más seguro es que salieras de allí con el bolso lleno de regalitos: chapas, chanclas de playa, bolsas de tela y muchos más.
Y como no ¡la comida y la bebida! A ambos lados del recinto había puestos de comida y bebida en los cuales pagabas con “bonnen” que habías comprado previamente. El dinero aquí no valía para nada, sólo los pequeños tickets amarillos podían saciar tu sed o llenar tu estómago.
¡Así da gusto empezar el curso!
MARÍA
¡Hola a todas y todos! Soy Abel Corsino, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Complutense de Madrid y durante los próximos meses vamos a vivir juntos la maravillosa experiencia de adentrarnos en la cultura flamenca. Pretendo mostrar las fascinantes calles por las que paseaban los maestros flamencos y todo su legado, conquistar vuestro paladar con la gastronomía belga, enseñaros los paisajes más recónditos de Limburgo y que os enamoréis, como yo, de cada rincón de esta región.
Me faltan unos días para comenzar esta aventura. Mi primera parada será la ciudad que me acogerá durante estos cinco meses: Hasselt, en Limburgo. Tengo muchísimo cariño a esta provincia porque será en la que pase el mayor tiempo de mi Erasmus y siento que tiene un millón de sitios que merece la pena explorar, pero no me olvidaré de que Amberes tiene maravillas arquitectónicas y de la gran relación que tiene esta ciudad con el arte.
En cuanto a mí, para que me conozcáis un poco más, os puedo decir que soy muy cinéfilo, me encanta perderme por cualquier sitio y soy adicto al hummus. Lo del hummus parece irrelevante, pero de verdad que no puedo subsistir sin hummus. Si queréis saber cómo empezó todo esto y cómo este servidor os está revelando su adicción al hummus, os dejo mi vídeo candidatura para ser Corresponsal Erasmus. Espero que os guste el vídeo y que estéis tan entusiasmados como yo por descubrir Flandes
3 comentarios
desde luego da gusto irse a estudiar alli!!!no veas lo bien que se lo montan y que te lo montas!!un besazooooo
Qué buena idea para empezar el curso con ganas!!! Desde luego a Amberes no le faltan alicientes para ir a visitarla. Yo ya estoy deseando!!!
Magnífica estrategia para incentivar el inicio del curso, me encanta esa mentalidad.
Espero y deseo que sigas disfrutando tanto ¡¡porque te lo mereces!!
Saludos.