Se dice que el Erasmus es la mejor experiencia que uno va a tener en su vida: “¡vete de Erasmus! ¡Los profesores te pasarán la mano y te irás muchísimo de fiesta!” me decía un amigo cuando aún no había decidido a irme. Pero nadie habla de las pequeñas cosas que te acuerdas cuando estás tan lejos de casa.
Para mí, lo primero que eché en falta fue el clima. Yo vengo de Andalucía, donde el Sol brilla casi los 365 días del año y aquí, sin embargo, hace mucho frío y se pasan las semanas con el cielo nublado. Además, suele llover bastante. Pero… ¡no vayas a pensar que el mal tiempo arruinará tu experiencia! Los belgas tienen un pellejo muy grueso y en este país: haya truenos, relámpagos o esté nevando, si hay plan ¡hay plan!
También hecho mucho de menos la playa, el campo y la naturaleza de España. En Bélgica hay playa, sí, (como Ostende o Knokke) pero no tienen nada que ver con las de Cádiz, por poner un ejemplo. El país es generalmente plano, por lo que no existen montañas. Sin embargo, Flandes cuenta con grandes parques y zonas vegetales que, aunque no se parezcan a la naturaleza española, aprenderás mucho de cómo viven y respetan el medio ambiente.
Otra cosa que echarás de menos será el ambiente español. Cuando yo empecé mi Erasmus decidí que quería que mis amigos fueran de otros países porque mi intención era aprender tanto como fuera posible acerca de otras culturas. Pero ahora que llevo aquí nueve meses, cada vez intento juntarme más con españoles.
Si haces como yo descubrirás muchísimas cosas sobre otros países pero lo cierto es que llegará el momento en el que quieras volver a sentir la espontaneidad, la alegría o el contacto físico que nos caracteriza a los españoles. Aunque eso no quita que puedas cruzarte con algún belga “loco” que te aporte el buenrollismo al que estamos acostumbrados además de enseñarte su cultura.
Algo que tampoco se me puede pasar comentar es el gran choque que supuso para mí el sistema educativo. Tanto los alumnos como los profesores son más exigentes y, por supuesto, muchísimo más puntuales. Mi mayor deseo en estos momentos es llegar súper estresada a una clase diez minutos tarde y encontrarme que aún no ha llegado el profesor.
Y algo más de lo que tengo muchas ganas es de caminar por la calle y entender todo lo que dice la gente. Si bien es cierto que la mayoría de la población habla inglés, en Flandes encontrarás que todo está escrito en el indescifrable neerlandés. No obstante, podrás pasearte hablando de cualquier barbaridad con tus amigos españoles sin que nadie se entere de qué estáis diciendo.
Y por último (y más importante) echarás muchísimo, pero que muchísimo de menos, a tus padres, a tus hermanos, a tus abuelos, a tus amigos… Porque al final tu tierra es tu tierra. Aunque eso sí, no quiero que malinterpretes este post, como he empezado diciendo, el Erasmus está siendo sin duda la mejor experiencia de mi vida.
¡Qué no te dé miedo irte a vivir al extranjero!
Teresa Jiménez
¡Me presento! Mi nombre es Teresa Jiménez Casas (Rete para los amigos), vengo de Córdoba y soy guitarrista flamenca profesional. Estudio Administración y Dirección de Empresas y desde septiembre estoy de Erasmus en la Universidad de Gante (UGent).
Soy una persona extrovertida, espontánea y con muchísimas inquietudes. He viajado por medio mundo, he conocido a gentes de todo el planeta, y ahora que estoy en Bélgica, no espero otra cosa, sino que esta experiencia se convierta en la mejor de todas las que he vivido hasta ahora.
Estoy enamorada de la cultura, especialmente de la música. Toco la guitarra flamenca desde que tenía ocho añitos y me he subido a escenarios de España, Eslovenia, Italia y Croacia. Además, me encanta escribir. Hace unos meses terminé mi primera novela corta y tengo un sinfín de mini relatos escondidos por toda mi casa.