Érase una vez, allá por el siglo XVIII, cuando al entrañable pastelero Jean👨🏻🍳, de repente, le asaltó una idea💡 sin igual mientras preparaba plácidamente su tanda diaria de pasteles🍰, al observar ciertas piezas de fruta sobrantes de sus dulces creaciones que quedaban abandonadas y destinadas a morir💀 en la podredumbre.
¿Por qué tendría que tirarlas siendo estas aún fruto divino y fresco de la naturaleza🌳? ¿Y si, las mezclaba con chocolate🍫 y las envolvía como un pequeño secreto?
Por qué no, pensaría nuestro querido protagonista, llevando a cabo su nuevo invento y comenzando a juguetear con el chocolate fundido☕️, la fresa🍓, la naranja🍊… pasando el tiempo entre los fogones y llegando la hora⏰ de servir sus maravillosas creaciones al hombre para el que trabajaba, distinguido y de la realeza como el que más, siendo este el Rey Sol☀️, más conocido como Luis XIV🤴🏻.
Cuando este observó las pequeñas piezas de chocolate, las cuales se escapaban a su conocimiento y petición, no dudó ni un segundo en ser el primero en probarlas.
Como todos imaginareis, quedó fascinado ante tal inventiva dulce, y lo único que pudieron emitir sus labios fue:
🤩¡Bon, bon!🤩
Aludiendo a lo bueno, rico y delicioso, que le había parecido el resultado del ingenio de su, por seguro a partir de ese día, pastelero favorito.
Con esto quiero decir, que puede que todos seamos un poco Luis XIV en estas fechas, y que por ello los bombones sean uno de los mayores protagonistas en nuestras hogares🏡 durante la Navidad, siendo el obsequio, postre o piropo favorito de muchos.
Y con los bombones amigos, hay que ser hábil🤔, porque seleccionar los mejores 🔝 del mercado puede convertirse a veces en todo un reto, pero no temáis, la corresponsal golosa está aquí para mostrarte al rey de los bombones belgas, la magia de…
🌹NEUHAUS🌹
La casa de bombones más famosa del país chocolatero, fundada en 1857 por el farmacéutico⚗️ y chocolatero🍪 Jean Neuhaus🧔🏻, el cual comenzó a recubrir medicinas con cacao fundido para endulzar la vida de sus clientes y pacientes. ¿Os suena de algo esta historia?
Las generaciones seguían pasando, pero el amor por el negocio familiar permanecía intacto, llegando el nieto de Jean, a inventar la receta del praline belga, y años más tarde la esposa de este, diseñó hermosas cajas🎁 en las que introducir los mágicos✨ bombones Neuhaus.
Como veis lectores, una tradición familiar impulsada por el talento y la creatividad, ¡toda una delicia!
Cada caja contiene una variedad distinta de ingredientes y recetas únicas, pero como todo en esta vida, existen las grandes especialidades Neuhaus, siendo estas piezas tan distinguidas que se les consideran los diamantes💎 en bruto del chocolate belga.
Descubre la suavidad y brillo de Cornet Doré, el crujiente gusto del ganache de avellana de Piamonte con Plaisir, el especial toque de la vainilla de Madagascar con Manon Choco Vanille y la elegancia de la ácida y dulce frambuesa de Suzanne.
¡Todo un viaje por la historia Neuhaus, acompañada de la experiencia, la tradición, pero sobre todo, el sabor inconfundible!
CAPÍTULO IX, 🍫»EL BOMBÓN»🍫, ¡YA DISPONIBLE!
Siéntete como un verdadero BOMBÓN🤤.
Besos de praline,
Rosa Bleda💛
¡Hola a todos! Mi nombre es Rosa Bleda y soy estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, aunque realmente no soy madrileña sino manchega, de un pequeño pueblo llamado Hellín. Entre mis cosas favoritas en el mundo están el arte (pertenezco a un grupo de investigación en la UCM), el cine, la música, el gusto por la comida y sobre todo leer, me encanta que me cuenten historias, sin embargo no niego que algún día quisiera contarlas yo.
Mi sueño es ser comunicadora y trabajar en televisión, pero eso no significa que no aspire a más cosas en la vida, ya que el poder dirigir una película, escribir en un periódico o comisionar una exposición artística me resulta bastante tentador. También la idea de doblar algún personaje en un futuro o interpretar una obra de teatro, como La Casa de Bernarda Alba o La dama del alba, y eso que no me llamo Alba.
El motivo por el que elegí Bélgica como país de destino Erasmus, es que siempre me he sentido muy atraída por dicho país y su cultura, uno de mis pintores y comidas favoritas son procedentes de ese mágico lugar, cómo no Magritte y los gofres, combinación majestuosa donde las haya. Pero ojo, que no me olvido de las famosísimas y más que aclamadas patatas fritas, otro de mis favoritos en mi menú personal, aunque también quiero lanzarme a probar todo tipo de plato típico ya que mi sueño frustrado siempre será el ser crítica gastronómica (Ratatouille tiene gran culpa de ello).
Dicho esto, toca desvelar cuál es la ciudad a la que me dirijo a partir de Septiembre de 2020, y que me acogerá hasta que llegue la Navidad y toque volver a casa como el turrón. Mi destino Erasmus es Gante, esa pequeña ciudad portuaria que en tiempos de juglares era la reina de Europa. Seré sincera, tengo muchísimas expectativas en ella, y no es para menos la verdad.