Probablemente en nuestra estadía en Bruselas habremos ido al Parlamento Europeo y visitado sus inmediaciones. Ya os comentamos la existencia de un museo cercano sobre el artista Antoine Wiertz y hoy…¡Venimos a hablaros del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales!
Lo primero que llama la atención es su gran tamaño: Entre decenas de salas nos encontramos con la mayor sala de dinosaurios del mundo…¡Ni más ni menos que de 4.580 m²!
Sus piezas más destacables son 30 esqueletos fosilizados descubiertos en 1878. Se tratan de esqueletos de Iguanodon, encontrados en el yacimiento de Bernissar.
¡Pero no todo el museo trata de dinosaurios! Tenemos muchísimas salas dedicadas a otros animales que nos dejará con la boca abierta.
En este museo también nos encontramos con exposiciones interactivas del cuerpo humano. En específico, os hablaremos de la ‘Galería del hombre’ abierta hace un año. Desde el embrión al adulto descubriremos todos los entresijos de la historia de la humanidad. Suena interesante ¿No?
Tanto si sois fanáticos de las ciencias como si sois meros aficionados estamos seguros de que este museo os abrirá los ojos. ¡No esperéis más!
¿Dónde? Rue Vautier 29
¿Qué días? De martes a domingo
¿A qué hora? 9.30-17.00 entre semanas y de 10.00-18.00 los fines de semana.
Me llamo Guadalupe y aunque nací en Buenos Aires (Argentina) he estado viviendo la mayor parte de mi vida en España (Concretamente en Cataluña y Andalucía). Estudio Publicidad y RRPP y mi debilidad es la creación de contenido audiovisual, eso quiere decir que llevo mi cámara a todos los sitios y tengo una obsesión por documentar mi pequeño paso por la tierra.
Hace un año justo decidí echar la beca para venirme a estudiar en Bruselas y un año después me encuentro aquí, en el centro de la capital europea con miles de historias y experiencias que he vivido en mi primer semestre.
En resumen podría decir que mi primer semestre en Bruselas estuvo repletísimo de emociones; Al principio, me resultó un poco duro alejarme de todo aquello que conocía y había aprendido a querer en España, pero poco a poco Bruselas y su gente me enseñaron que esta ciudad tiene mil y un rincones que hacen que sea imposible aburrirse y hoy en día resulta imposible despegarme de este rincón de Europa al que puedo llamar con orgullo ‘hogar’.