¡Flandes ya ha presentado su plan para la Navidad con coronavirus!
Hace un par de semanas comenzó la desescalada belga de la segunda ola, así que Flandes reabrió sus tiendas a tiempo para las compras navideñas. Sin embargo, las compras en los establecimientos aún están limitadas a treinta minutos y no se puede ir acompañado.
La regla ya vigente de que solo se pueden juntar cuatro personas en exteriores, y en interiores se restringe a un invitado, no va a relajarse en Navidad, excepto para aquellos que vivan solos, que podrán estar con dos personas.
Actualmente, las celebraciones en exteriores solo son posibles si se tiene un patio o jardín al que se pueda entrar directamente, ya que bajo ningún concepto se puede pasar dentro de una casa ajena. Según la ministra del Interior, Annelies Verlinden, el paso a un espacio interior no se permite porque entonces existe el riesgo de que muchas personas se junten en un espacio reducido.
Hay un punto en especial que ha llamado la atención de todo el mundo: los belgas podrán tener invitados para la cena de Nochebuena, pero solo uno de ellos podrá utilizar el baño. Así que ya sabéis, si tenéis pensado celebrar las fiestas en Flandes: ¡id al baño antes de juntaros!
Por otra parte, los comercios “de contacto” permanecerán cerrados de momento. Por comercios de “contacto” se consideran a las peluquerías o los centros de estética.
Así que, básicamente, Bélgica mantendrá las restricciones en época navideña pese a que las cifras de contagios y hospitalizaciones por coronavirus se están reduciendo.
Soy Núria, una catalana de veintidós años que lleva esperando su Erasmus en Flandes desde antes de empezar la carrera. Me encanta leer, escribir y hablar. Escuchar también, me encanta aprender cosas nuevas. No podría vivir sin arte. Cuando estoy triste escucho música y cuando estoy feliz también. Amo comer, supongo que el amor por la comida me viene de mi padre. En mi casa, siempre hemos sido de probar platos típicos de otras culturas, y no solo eso, de aprender a cocinarlos también.
Desde los catorce, tuve claro a qué me quería dedicar. Mi sueño era bastante específico: estudiar periodismo en Madrid. Luego, llegó el bachillerato y con ello las clases de economía. Nunca pensé que me fuera a gustar algo así, pero vaya si me gustó… La economía me generaba una curiosidad tan grande, que la puse de primera opción junto con ADE. De esta forma, en 2016, empecé un doble grado en economía y ADE. Descubrí un mundo nuevo, y fui consciente de lo importante que era la economía para ayudar a la gente. Comprendí que los economistas son importantes, pero no para lo que cree la mayoría de la gente. Ellos pueden elaborar modelos para reducir la pobreza, extinguir la corrupción e incluso evitar guerras. A medida que aprendía más cosas, mi amor por la economía crecía. Hoy, la economía me apasiona, de esto no tengo ninguna duda, pero el periodismo aún forma parte de mí.