¡Buenas! ¿Cómo estáis, queridos y queridas?
Hoy os traigo otra receta siguiendo con una ‘mini-serie’ de recetillas belgas, porque con este frío apetece una buena comida casera. A mi es que me gusta mucho cocinar y descubrir comidas de otros países y probarlas me parece muy interesante. Si probáis de hacer estos platos, decidme qué os parecen.
La receta que os vengo a contar hoy es muy típica. Es el Hochepot (o hutsepot, en neerlandés), que viene a ser el estofado belga.
Los ingredientes que necesitamos son:
- 1 kilo de carne de vacuno para la sopa
- 1 espinazo y codillo
- Medio kilo de carne de cordero
- 4 zanahorias
- 2 cebollas
- 2 puerros blancos
- 1 col de Saboya
- 2 tallos de apio
- Un manojo de perejil
- Una ramita de tomillo
- Una hoja de laurel
- Sal y pimienta
No es una elaboración muy complicada pero sí lleva su tiempo. Primero, ponemos la carne en una cacerola grande con agua hasta que hierva. Luego, retiramos la espuma y añadimos sal y pimienta. De mientras, cortamos la verdura en trozos grandes, y la cebolla la dejamos entera. Lo vertemos todo junto con el laurel y el tomillo, a la carne hervida. Se cuece todo esto durante dos horas.
Doramos la cebolla en una sartén con mantequilla. Retiramos la col de la sopa para cortarla en tiras y la doramos con la cebolla.
Cuando ya tenemos todos estos pasos hechos, juntamos nuestros ingredientes. Servimos el caldo junto a las verduras, la cebolla y la col. Se puede acompañar con patatas cocidas o con alguna salsa.
Es un plato ideal para pasar el frío del invierno. Espero que os guste.
Carla Junyent
¡Buenas! Mi nombre es Carla Junyent, tengo diecinueve años y vengo de una pequeña ciudad cerca de Barcelona, llamada Igualada. Estudio Psicología en la Universidad Autónoma de Barcelona y a partir de ahora empieza la mayor aventura de mi vida. ¡Empieza mi Erasmus en Flandes!
Mis principales aficiones son la música en todas sus formas, el teatro y viajar. Durante años asistí a clases de canto y de interpretación, y ahora canto en un coro de mi ciudad. Hablo catalán, castellano e inglés, y estoy deseando aprender algunas palabras de neerlandés y francés. Siempre que he podido, me he escapado para poder hacer un pequeño viaje o alguna ‘aventurilla’. Por eso, cuando se me presentó la oportunidad de hacer un Erasmus, no lo dudé por un momento.
Al principio, no sabía mucho de Bélgica, pero había oído hablar muy bien de ella, de su cultura, arquitectura, de sus bicis… Me empecé a interesar por esta opción de Erasmus y supe que tenía que hacerlo. Y ahora, ¡aquí estoy!