Como cada domingo, tocaba hacer una excursión. Si la semana pasada había sido Gante, este sería Brujas, la Venecia del Norte. El tiempo no acompañó, pues estaba nublado e iba a tardar poco en llover. Después de un largo viaje en tren y a pesar del mal tiempo, empezamos a patearnos Brujas. Llama mucho la atención la cantidad de turistas que vimos en esta ciudad. Lo que más podría destacar de Brujas son sus detalles. Puedes encontrar algo único en cada casa, puerta o calle estrecha de la ciudad. Después de llegar a Grote Markt y quedar maravillados por las casas de colores, proseguimos nuestra ruta en busca de canales, como los de las típicas postales de Flandes. Muchísimos barcos circulan por éstos, lo que puede ser muy buena idea para conocer la ciudad desde otra perspectiva. Nosotros, por el frío decidimos no hacer esta excursión en barco, pero aún así es muy recomendable.
Después de hacer una parada para comer, decidimos ir a comprar un gofre. Nada típico, ¿verdad? Pues bien, estos son los mejores gofres que he probado desde que llegué a Bélgica. El sitio se llama Chez Albert, a escasos minutos de Grote Markt. ¡Lo recomiendo muchísimo!
Posteriormente fuimos al Lago del amor o Minnewater, el lugar perfecto para pasear o tumbarse a relajarse cuando el tiempo acompaña. De paso visitamos los beaterios, donde reinaba la paz, y después de haber estado todo el día andando, decidimos volver a la estación para coger el tren a Lovaina.
Aquí os dejo algunos de los detalles que capturé en esta preciosa ciudad que es una visita obligada sin venís a Bélgica.
Soy Marina, la nueva corresponsal Erasmus en Lovaina. Estudio arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid y cursaré cuarto en la KU Leuven. Hace apenas unos días que he llegado a la que será mi nueva casa durante este curso, y todavía no me lo creo. Tengo la sensación de que he venido aquí de viaje y que en unos días me toca volver a Madrid. ¡Pero no! Ahora empieza la aventura de acomodarse a esta nueva ciudad la cual seguro me sorprenderá a lo largo del año. Elegí Lovaina por varias razones, entre ellas el prestigio de su universidad y evidentemente su ambiente universitario.
Todo estudiante quiere ir a un sitio donde además de estudiar también lo vaya a pasar bien, las cosas como son. Además considero que Lovaina, y todo Bélgica, tiene una amplia oferta cultural que hará que cada día aprenda algo nuevo. Poco a poco iréis descubriendo conmigo cosas interesantes y útiles de esta ciudad, aparte de daros consejos a los futuros Erasmus. De momento todo lo que os puedo decir es que traigáis chubasquero y ¡muchas ganas de disfrutar!