En proximidad al Palacio de Justicia de Bruselas se encuentra el restaurante Le Perroquet (El Loro, en castellano). Tras seguir el consejo de mi amiga Sara, fui a visitar este magnífico restaurante, el cuál desconocía tras mi año en Bruselas, la verdad sea dicha. ¡Una pena no haberlo descubierto antes!
Podríamos describir al Perroquet como un restaurante moderno, pero con un toque «retro». Su arquitectura y su diseño de interior basado en el Art Nouveau hacen trasladarnos a principios del siglo pasado, sin embargo, a su vez, logra darle ese toque vanguardista que tanto gusta hoy en día. Albergando toda la esquina de la calle, es fácilmente reconocible por el característico color naranja amarillento de los toldos de la terraza. ¿Quizás recuerde al color de algún colorido loro?
Al entrar, podemos comprobar que es un lugar agradable, no muy grande, con un poco de bullicio, que hace sentirnos como en casa. Al mirar la carta, nos damos cuenta de la especialidad de la casa. Si por algo es conocido el perroquet es por cocinar los mejores pitas de la ciudad. Lejos de los típicos «shawarmas» turcos o griegos que podemos encontrar por el centro, Le Perroquet ofrece una calidad superior. Con una carta infinita de tipos diferentes (vegetarianos, de pollo, de ternera, pescado, etc), los pitas vienen acompañados de 4 salsas caseras para untar en cada bocado. ¡Una exquisitez con más de 30 años de historia, según la encargada del restaurante! A la pregunta de por qué pitas, nos responde lo siguiente: «antiguamente, en la zona eran muy típicos. El patrón apostó por continuar con el negocio, manteniendo nuestra seña de identidad: calidad en los ingredientes y en la atención.» Y doy fe. La atención fue inmejorable. Desborda simpatía.
Y ahora la información práctica que todos los erasmus quieren saber. El precio de los pitas giran en torno a los 8 euros. Más la bebida, se puede decir que por 12 euros comes fenomenal, lo cuál no lo hace un sitio de diario, pero sí para darse «el lujo» de vez en cuando con los amigos. No hace falta reservar, aunque a veces puede ser que haya que hacer un poco de cola. Merece la pena. Abre todos los días de 12 de la mañana a 11 de la noche.
¡Ya conocéis todo lo necesario, ahora os toca a vosotros! ¡Qué aproveche!
¡Feliz Lunes!
Me llamo José Pablo Tirado, soy de un pequeño pueblo de Jaén, Mancha Real, y en estos momentos, mi ERASMUS ha llegado a su fin. Hablo concretamente de mi erasmus académico, porque el sentimiento de esta experiencia te acompaña toda la vida. Sin embargo, no todavía me despido de esta ciudad, mi ciudad, Bruselas.
Hace aproximadamente un año opté por intentar involucrarme en este proyecto: ErasmusEnFlandes. Tras un tiempo, me comunicaron que había sido seleccionado para ser corresponsal durante los meses de verano (Julio y Agosto), junto con mi compañera, Lucía. Al principio, uno no sabe que pensar. Las dudas, el idioma, la residencia, los estudios, las convalidaciones, el miedo a volar, el miedo a cambiar… Un sinfín de cosas que hacen a uno estremecerse. ¡Para añadir encima otra «tarea» más! ¡Ya no sabes que pensar!
Calma. Respira. Mira todo lo que has superado, mira todo lo que has conseguido. Da un paso hacia delante y salta. Salta hacia esta experiencia.
Tras un año de experiencias mágicas, el verano llega. Es entonces cuando mi papel en ErasmusEnFlandes comienza. Hoy publico mi primer post. Durante estos dos meses, iremos juntos de la mano para aprender, valorar, experimentar, sentir y disfrutar de lo que es pasar un verano en esta maravillosa región. A través de este blog podréis seguir en primera persona las actividades y eventos culturales, gastronómicos, deportivos, musicales, etc. Os animo a estar actualizados y seguir el blog periódicamente: si algo tiene la región de Flandes y Bruselas, es la SORPRESA. Solo basta salir a la calle, no importa a qué hora del día, para encontrarse con un escenario cerca de la Bolsa, una actuación en la mismísima Grand Place, o puestos de comida ambulantes (FoodTruck) en el centro de Mont Des Arts.