Queridos y queridas, espero que estéis muy bien. Hoy os traigo otra recomendación de museo, que me gustan a mí los museos, eh. Esta vez se trata del Fotomuseum o FOMU de Amberes. Como su propio nombre indica, es el museo de fotografía de la ciudad.
El museo abrió sus puertas en 1986. El Fotomuseum de Amberes tiene una colección histórica y contemporánea de fotografía que se presenta cada año. Junto a la colección hay exposiciones de fotografía que cambian con frecuencia. Entre 1986 y 2018, se han realizado 106 exposiciones individuales en el museo. El 86,7 por ciento de estas exposiciones se referían a fotógrafos masculinos. Entre otros, se presentó una retrospectiva de Anton Corbijn. 1997 fue el único año en el que más mujeres que hombres tuvieron una exposición individual. En ese entonces se exhibieron Sally Mann, Annie van Gemert y Stephen Feldman. La exposición colectiva de 2018 Claude, Samuel, Zanele incluyó obras del artista no binario Zanele Muholi y de Claude Cahun.
El museo publica la revista ‘.tiff’ en neerlandés que presenta artículos sobre fotografía con especial énfasis en la fotografía de bellas artes. El museo también produce Trigger, una revista en inglés que se publicó por primera vez en noviembre de 2019. La directora actual es Elviera Velghe, quien reemplazó a Christoph Ruys.
Consiste en tres exposiciones en tres plantas, actualmente. Mi preferida fue la de Martine Franck, si quieres saber por qué ya sabes lo que tienes que hacer. Unas colecciones de fotos que no dejan indiferente.
Aquí en su web puedes comprar los tickets: https://fomu.be/
Espero que os guste.
Carla Junyent
¡Buenas! Mi nombre es Carla Junyent, tengo diecinueve años y vengo de una pequeña ciudad cerca de Barcelona, llamada Igualada. Estudio Psicología en la Universidad Autónoma de Barcelona y a partir de ahora empieza la mayor aventura de mi vida. ¡Empieza mi Erasmus en Flandes!
Mis principales aficiones son la música en todas sus formas, el teatro y viajar. Durante años asistí a clases de canto y de interpretación, y ahora canto en un coro de mi ciudad. Hablo catalán, castellano e inglés, y estoy deseando aprender algunas palabras de neerlandés y francés. Siempre que he podido, me he escapado para poder hacer un pequeño viaje o alguna ‘aventurilla’. Por eso, cuando se me presentó la oportunidad de hacer un Erasmus, no lo dudé por un momento.
Al principio, no sabía mucho de Bélgica, pero había oído hablar muy bien de ella, de su cultura, arquitectura, de sus bicis… Me empecé a interesar por esta opción de Erasmus y supe que tenía que hacerlo. Y ahora, ¡aquí estoy!