Cuando se piensa en Bélgica, se piensa primeramente en chocolate, y de ahí… ¡gofres! El furor por este dulce se siente especialmente en el centro de Bruselas, donde es imposible pasear sin cruzarte con alguien comiéndose uno con deleite.
Los establecimientos que los ofrecen se concentran sobre todo en unas pocas calles. Los más baratos sin duda se encuentran en la calle que lleva al Manneken-Pis desde la Grand Place: la rue de l’Etuve. Le Funambule es uno de los conocidos de la calle, con su llamativo Manneken-Pis azul dándote la bienvenida y sus gofres con chocolate, nata, fresas, caramelo haciéndote la boca agua en el escaparate. Por solo un euro puedes disfrutar de un gofre de Lieja calentito, el tipo que también se puede encontrar en España en alguna feria. Algo más caros son los gofres de Bruselas, de mayor tamaño y masa más ligera pero siguen siendo imprescindibles en la gastronomía de la ciudad.
Es una estampa tan conocida de Bruselas que no pensaba hablar de ella, sin embargo en uno de mis paseos descubrí unos gofres distintos, esta vez no se trataba de echarles nata, plátano o galletas por encima, sino que el secreto estaba en la masa.
Vitalgaufre te ofrece gofres (de Lieja, el tipo más conocido) de frambuesa, chocolate, canela y manzana, vainilla… pero no por encima, no, sino en su masa. Así podemos disfrutar de un delicioso gofre con trocitos de chocolate o un gofre sabor frambuesa, y siempre con el sabor auténtico de la mantequilla. Un concepto diferente pero igualmente delicioso, siempre te encuentras con cola para pedirlos.
El local se encuentra en la calle nueva (Rue Neuve), una de las calles más comerciales de la ciudad donde se reúnen las cadenas de moda más conocidas como Zara, Primark, H&M,… y el centro comercial por lo que es una buena opción para merendar en una tarde de compras.