Aunque la comida belga con su carne a la cerveza nos encanta y está haciendo competencia a nuestra comida tradicional, una de las cosas que los estudiantes que salimos de España echamos más de menos es nuestra gastronomía: jamón serrano, paella, tortilla,… pero ya no es necesario esperar a volver para poder comer así de bien, Bélgica ya cuenta con multitud de restaurantes de comida española de lo más innovadores. En Hasselt podemos realizar una ruta sabrosa de comida española buena, bonita y barata.
Empezamos por una de nuestras palabras favoritas: tapas. ¿Dónde ir cuando nos apetezca un este picoteo? A Juan Luis Tapas-Bar. En este restaurante con ambiente acogedor en pleno centro de Hasselt podemos disfrutar de alimentos típicos y frescos españoles en forma de tapas u otros que no se sale de nuestro presupuesto de estudiantes.
Después nos vamos para el: OléOlé haciendo honor a nuestro arte y a nuestro flamenco. En este restaurante aparte de platos españoles como boquerones al vinagre, ensaladilla rusa y patatas bravas, contamos con varios vinos de muy buena calidad (altamente recomendable el vino de la casa) y unas muy buenas aceitunas, ¡esas olivitas que tanto echamos de menos las podemos tomar también aquí!
Seguimos por El Bocado, un pequeño restaurante que nos ofrece unas tapas más originales rodeadas de una buena música española que nos hará sentir como en casa. Es el sitio ideal para llevar a tu familia cuando te visiten ya que les encanta tener españoles catando su comida. Y de beber podremos hasta pedir nuestra querida sangría.
Y por último, el Reballion, este nuevo restaurante en Hasselt ofrece albóndigas con temática a elegir según la comida típica de un país. En nuestro caso, nuestras albóndigas van acompañadas de sabores de Pamplona, con una deliciosa salsa de tomate. Nos sentiremos en plenos San Fermines cada vez que vayamos a tomarnos estas albóndigas.
Pero no podemos olvidar de Baco, el dios del vino, este también quiso obsequiar a Bélgica con sus riojas y riveras. Ya sabemos lo bien valorados que están los vinos de España en el resto de Europa, por lo que si se nos antoja una (o más) copitas tenemos que ir directamente a Smile there is wine. Lo más interesante de este sitio es que hay más de
150 vinos de distintas procedencias, por lo que cada vez que vayas puedes acabar con un sabor con un matiz completamente diferente al anterior. Además se pueden comprar unos vasos especiales como souvenir para llevarlos a España y que vean cómo se las dan aquí en Bélgica con el vino.
Así que después de esto ya tenéis la clave para alternar comida belga y española en sus mejores platos.