Seis parques para tomar el sol en Bruselas

El verano en Bélgica trae consigo no sólo días más largos (la noche no cae hasta pasadas las diez y media de la noche) sino también un sol que se asoma de vez en cuando a la capital belga para llenar sus calles y sobre todo sus parques de gente.

Uno de los muchos atractivos de Bruselas es la cantidad de zonas verdes con las que cuenta la ciudad. En ellas, se respira la alegría durante los días soleados: no son pocos los que se arman de un libro o los que aprovechan para salir a correr o hacer yoga.

Estas son sólo algunas propuestas para disfrutar del sol y del verano en toda su plenitud tanto si estas de visita como si vives en la capital belga.

• Parc del Cinquantenaire

En pleno corazón del Barrio Europeo, cuando hace buen tiempo es el lugar preferido de los trabajadores de las instituciones para disfrutar de un sándwich a la hora de comer o para dar un paseo después del trabajo. Por eso a partir de las cinco de la tarde es frecuente oír hablar en inglés a gente con chaqueta y corbata entre los niños que juegan o los jóvenes que improvisan un picnic.

Durante algunos fines de semana, el Cinquantenaire acoge Festivales de música y ferias. También es el punto de partida y llegada de una de las citas anuales de los runners en Bélgica, los 20 Kilómetros de Bruselas.

Una pareja practica acroyoga en el Parc del Cinquentenaire

• Parc Royale

El más cercano al centro de la ciudad, es también el escenario de eventos como el Festival del Cómic de Bruselas (Fête de la BD). En su interior se encuentra el Théâtre Royal du Parc, que permite disfrutar de obras clásicas por un precio muy asequible (puedes comprar entradas desde 5 euros)

Fiesta del cómic en el Parc Royale

• Parque Josaphat

El parque más grande de Schaerbeek. En él puedes no solo fotografiar sus numerosas esculturas, sino también conocer a las dos mascotas de este barrio: los asnos Camille y Gribouille que se encuentran en su mini zoo.

El lago del Parc Josaphat

• Parc de Laeken

De visita obligada cuando vas al Atomium, situado en el barrio del mismo nombre. Merece la pena llevar preparado un pícnic y visitarlo despacio, ya que dentro de estas 160 hectáreas de parque se encuentran no sólo el Pabellón Chino y la torre japonesa, sino también un monumento a Leopoldo I desde el que puedes contemplar de fondo el Palacio Real, entre otros muchos rincones curiosos.

Si aún sigues en el parque al caer la tarde debes caminar con cuidado para no tropezar con los conejos que aprovechan las horas más tranquilas del día para salir de su madriguera.

Vista del Palacio Real desde el monumento a Leopoldo I en el Parc de Laeken

• Bois de la Cambre

Al ser el parque más cercano a la Universidad, no es raro encontrar estudiantes repasando sus apuntes. Ademas, aquí puedes desde montar en barca hasta disfrutar de una obra de teatro alternativo en el Théâtre de Poche (situado dentro del parque). Bois de la Cambre, forma parte de Forêt de Soignes, un territorio natural considerado Patrimonio mundial de la Humanidad por la UNESCO.

Un día soleado en Bois de la Cambre

•  Parc de Tervuren

Situado en el distrito de Woluwe Saint Lambert, al igual que Bois de la Cambre, este entorno también forma parte del Forêt de Soignes. Un lugar magnífico  para desconectar de la vida en la ciudad. El parque acoge además el Museo Real de África Central, para los que quieran conocer un poco ms del pasado colonial de Bélgica.

Las orillas del lago del Parc de Tervuren son el rincón perfecto para leer un libro, relajarse y descansar.