Todos quedamos enamorados de una ciudad cuando un escenario concreto ha sido capaz de guardarse en nuestra memoria para siempre. Y eso me sucedió a mí cuando visité por primera vez el mirador de la Plaza de Poelaert.
A apenas diez minutos caminando desde el Palacio Real nos encontramos el Palacio de Justicia, ubicada en la Plaza de Poelaert, nombrada así en honor al constructor de este emblemático edificio.
Esta maravilla de la arquitectura no solo merece la pena visitarla para perderte en una arquitectura clásica grecorromana y admirar sus 26.000 m de superficie, sino que las vistas que hay de la ciudad de Bruselas desde esta plaza en la que se hospeda dicho edificio son impresionantes.
Bruselas es una ciudad muy plana y no hay muchos lugares con buenas vistas donde tomar las ansiadas panorámicas que tanto nos gustan a los amantes de la fotografía.Pero desde el mirador que hay frente al Palacio de Justicia podemos tener una visión privilegiada de la capital belga e incluso, si el día está despejado, se puede llegar a divisar el famoso Atomium en la lejanía.
Como recomendación personal, aconsejaría a todos los que quieran acudir que lo hagan al atardecer, sobre las 19pm, porque la unión de la caída del sol junto con las vistas que este mirador ofrece es una de las imágenes mas espectaculares que podrás disfrutar de Bruselas.