En uno de los mejores barrios de Bruselas se esconde la maravillosa Place du Petit Sablon, para mí, uno de los rincones más bonitos de Bruselas.
Esta plaza es fruto de las transformaciones urbanísticas que sufrió Bruselas a lo largo del siglo XIX, además de representar el sentimiento patriótico que impregnaba a una nación recién independizada. En un principio, se habló de transformar este antiguo solar en un cementerio o incluso en un mercado de caballos, pero finalmente las autoridades de Bruselas decidieron crear la Place du Petit Sablon, un espacio totalmente público dedicado a la exaltación del nacionalismo belga. Esta bonita plaza es obra del arquitecto Henri Beyaert y su obra sirvió de inspiración años después al célebre arquitecto Victor Horta.
Esta popular plaza está rodeada de 48 estatuas de bronce. Todas y cada una de ellas representan a cada uno de los antiguos gremios medievales (escultores, albañiles, cerveceros, pizarreros…). En el jardín de la plaza también se encuentran otras esculturas que representan personajes belgas clave para la historia y la ciencia (allí podrás encontrar esculpidos al geógrafo Ortelius, al cartógrafo Mercator o al botánico Dodonnée).
Sin duda, lo que más destaca de la plaza es el monumento dedicado a los condes de Egmont y Homes, los cuales protagonizaron una revuelta contra España en el XVI. Por esa razón, fueron ejecutados en la Grand Place y desde aquel momento se convirtieron en el símbolo de la resistencia flamenca.
En conclusión, la Place du Petit Sablon, ubicada en el barrio que le da nombre, es uno de los lugares más elegantes de la capital belga, plagada de tiendas vintage, chocolaterías, locales de diseño y museos.
Me presento. Mi nombre es Jordi Vilà, soy un estudiante de la Universidad de Girona y estoy cursando el grado en Administración y Dirección de Empresas. En Marzo de 2020, recibí la brillante noticia de que había sido elegido para ir a Brujas de Erasmus durante el primer semestre del curso 2020-2021. Así que con todo en contra, el pasado septiembre, hice las maletas y emprendí esta genial aventura.
Después de volver a casa durante el segundo semestre, ahora he vuelto a Brujas para descubriros todo lo que he vivido, aprendido y descubierto de Flandes, su gente, su cultura y sus mayores secretos. Así que agarraos fuerte porque viene curvas.