Hoy toca un post gastronómico. Estoy seguro que muchos vendréis a Flandes con ganas de probar su comida típica, así que hoy hablaremos de uno de los platos de los cuales los belgas están más orgullosos y que, personalmente, me encantó.
Y este plato es conocido como Stoofvlees (ese es el nombre en flamenco que os encontraréis en Flandes), o, traducido al castellano, Carbonade Flamenca. ¿Y en qué consiste este plato? Pues es un estofado de carne de ternera con cebolla en una salsa en la que la cerveza toma un papel principal. Aclaro, para los despistados, que la cerveza es un ingrediente genial para muchas salsas y caldos, no pasa nada si no os gusta la cerveza, pues estará cocinada.
La carne, cortada en dados, se cocina a fuego lento hasta que queda perfectamente tierna, la cebolla queda caramelizada y la salsa con cerveza toma una consistencia un poco espesa que nos hará incluso recordar algunos de esos platos de carne con salsita que la mama o la abuela nos hacían en España. Además, comúnmente se utilizan especias como tomillo y laurel para que el sabor del estofado sea excepcional. Y para que el plato quede redondo, es lo más común acompañarlo con las deliciosas patatas fritas belgas.
Bien Víctor, la verdad que suena genial (diréis los que coméis carne, lo siento por los que no, pero bueno, al fin y al cabo, la gastronomía es también cultura). Pero, ¿dónde podemos comer este plato? Pues os recomiendo ir a la Frituur Bim Bam en la calle conocida y céntrica calle Parijsstraat de Lovaina (pegado a Oude Markt). Además, como estudiantes que sois, veréis que el precio es súper económico para lo rico que está (el menú con patatas os costará menos de 10 euros). Los dueños, además, tienen un trato muy amable. Eso sí, os recomiendo ir CON HAMBRE. Llena bastante más de lo que parece pero está riquísimo.
Así que, si podéis, no dudéis en probar este plato, uno de los más famosos en la gastronomía flamenca.
Soy Víctor Labián Carro y a partir de mediados de septiembre estaré 10 meses viviendo en Lovaina y estudiando en KU Leuven. Estoy seguro de que será una experiencia única en la vida, de esas en las que te gustaría recoger tus vivencias en un librito de viajes, en el que el que colocas con mimo esas fotos de lugares, comidas, amigos… Pero ¿por qué no aportar a ese libro un valor adicional y que no sea únicamente una fuente de nostalgia que intensifique nuestros recuerdos? ¿Y si es de utilidad compartir esas experiencias con futuros estudiantes Erasmus de Lovaina? Pues sí, lo es y mucho, porque he de reconocer que todos los consejos, opiniones y vivencias de estudiantes en Lovaina me han ayudado en gran medida a planificar este viaje, o, al menos, esas cosas que puedes tratar de planificar en una aventura tan mágica por desconocida e impredecible. Ya no utilizamos plumas ni pegamos fotos con pegamento, pero sí que subimos a internet fotos y videos y escribimos en blogs. Es ahí donde aparece la iniciativa de ser Corresponsal Erasmus en Flandes, donde encuentro la forma de compartir ese libro aún por escribir o, mejor dicho, de aportar algo de valor a ese libro que entre todos estamos escribiendo.