Ayer, mientras paseaba entre las calles del anillo en busca de mi bicicleta, me tropecé con un lugar que parecía sacado de un cuento de hadas y, lo que es mejor, ¡estaba lleno de aves!
Se trata de uno de los parques que conforman el sendero de aprendizaje de Dijlewolven. Un sendero marcado, que se puede realizar con o sin guía, para que los más pequeños y no tan pequeños, saquen el máximo aprendizaje de la flora y fauna de Lovaina. El ‘Dijlewolvenpad’ es una divertida búsqueda del tesoro en 3 pequeños parques de la ciudad en el antiguo Wolvenpoort. Su patrimonio verde y cultural consta de siglos de antigüedad.
Señoras y señores, en cada parada encontrarán un código QR y una letra oculta. Deberán escanear el código con un teléfono y escuchar la información secreta sobre los animales que habitan en cada lugar. Por último, deberán escribir todas las letras encontradas y formar una palabra con ellas.
Además de transcurrir la tarde entre naturaleza, frente a un precioso lago cubierto de hielo y bajo los cantos de los pajarillos del parque, podrán retroceder a su infancia completando el sendero o lo que es mejor, olvidarse del tiempo, y sentirse en un auténtico paraíso a pie del alboroto de las calles principales.
Podrán leer, escribir, dibujar o, simplemente, echarse una cabezadita bajo la sombra de los árboles contemplando, sin duda, una de las vistas más relajantes de Lovaina.
Vuelvan a sentirse niños, al menos por cinco segundos, vale la pena por esta maravilla.