Qué desastre son las despedidas, siempre con prisas y mal hechas, por lo menos en mi caso. Maleta arriba, maleta abajo y sin darme cuenta ya estoy en el tren camino al aeropueto de Zaventem.
Oh Amberes, qué rápido empezó todo y que rápido te dejo. No voy a escribir una oda esta ciudad porque no pertoca en este blog, pero no os negaré que la lagrimilla cayó de vuelta a casa. Y pensar que todo empezó con esta carta de presentación:
Los beaterios flamencos y los castillos, el chocolate y la historia, los ríos y los mares, la magia de Bélgica complace los requisitos y los gustos de quien sabe disfrutar. De quien sabe disfrutar desde un museo medieval hasta una buena cerveza. En su corazón flamenco aparece Amberes, hija de Silvio Bravo y hogar del Escalda, cada rincón es una obra de arte que anhelo apreciar desde que se ha convertido en mi destino de Erasmus.
Me llamo Irene Comella, voy a comenzar tercero de Periodismo, y ya estoy casi aterrizando en el Erasmus que voy a completar en Amberes. Aterrizo en la ciudad de los diamantes el segundo semestre del curso que se avecina , y aunque aún no me toque hacer las maletas puedo asegurar que van a ir cargadas de ganas. Las ganas me pueden desde antes de conocer mi destino de intercambio, skyscanner podía plantearse bloquearme por excesivas búsquedas de vuelos baratos a Flandes. Tengo la suerte de poder viajar y vivir un tiempo en un lugar al que siempre he querido ir.
Ser corresponsal de Erasmus se suma a una de mis mayores ilusiones para mi estancia. Es una oportunidad muy valiosa poder ejercer mi futuro oficio, ya que la corresponsalía es una función que pertenece al Periodismo. Este puesto puede ayudarme a sacarle el máximo provecho a Amberes, profundizar en la experiencia del Erasmus y además poder ayudar a otros a conocer.
Y así fue, gracias a esta corresponsalía he aprovechado Amberes al máximo. Espero que hayais disfrutado conmigo y que os haya servido todo lo que os he contado. Desde mis frases más poéticas hasta mis esquemas y mis top 5. Todo hecho con mucho amor. Deseo que si pisáis esta ciudad disfrutéis tanto como yo, o más si cabe.
Te voy a echar de menos, sí. Amberes, te has convertido en mi segunda casa, no hay duda. Lo que al principio fueron dudas hacia ti se han convertido en palabras de agradecimiento y de amor. Has superado todas mis expectativas y siempre seras parte de mi.
GRACIAS AMBERES, HASTA SIEMPRE