La semana pasada el ESN organizó un tour para que viéramos cómo es el Vooruit por dentro, un edificio que fue abierto como un símbolo del movimiento socialista en el año 1918 y que literalmente en inglés significa “forward”. Allí los trabajadores podían comer, beber y organizar sus fiestas, hasta que durante la Segunda Guerra Mundial fue tomado por los nazis y se deterioró un poco. Tras unos años de declive, en 1982 el edificio se reformó y hoy día es una importante sala de conciertos, teatro, restaurante y bar en Gante.
Pero no sólo eso, aquí también tiene lugar el Almost Cinema durante el Filmfestival, donde se sobrepasan los límites del cine. El último día de este evento se celebraba la fiesta de clausura y a lo largo de la ruta también pudimos encontrar salas interesantes con exposiciones y exhibiciones de artistas como, por ejemplo, una burbuja gigante donde podías verte a ti y a seis personas más reflejadas, una sala oscura con unos marcos flotantes y una luz que generaba efectos ópticos, un speechkaraoke, es decir, donde lo que había que repetir era un conocido discurso de algún famoso; o una cinta transportadora donde podías tumbarte mientras te iba haciendo un cuidadoso masaje.
Por lo tanto, además de ser una visita obligada en la ciudad por ser una importante sala de eventos, lo es por estas rarezas que se pueden encontrar. Y sino con la excusa de alguno de los conciertos gratuitos que se celebran. Pero sobre todo, si vais ¡ya contaréis qué tal el masaje!
Soy Cristina López, estudiante de último año de psicología en Barcelona y ahora corresponsal de Gante, mi ciudad destino de Erasmus. ¿Mis primeras impresiones de Gante?
Han habido muchísimas cosas aquí que me han llamado la atención, como que en ocasiones un agua te salga más cara que una cerveza, que en las terrazas de algunos restaurantes te pongan mantas por si hace frío, que en todos los lavabos haya papel (incluso en los lavabos portátiles que ponen en los festivales), que a veces tengas que pagar para ir, que duerman con almohadas cuadradas, que sólo se den un beso en la mejilla al saludarse, o su predilección por el picante, ya sea poniéndose pimienta en la sopa o tabasco en los spaghetti.
Gante es una ciudad que combina tradición y progreso. Hoy en día es considerada una ciudad de estudiantes, hay alrededor de 45000, así que eso significa que, además de su belleza y su aire medieval con multitud de construcciones y calles que visitar y recorrer, es una ciudad joven y activa, constantemente en movimiento. Siempre encuentras algo que hacer, algún evento, festival o exposición que te pueda ser de interés.
A lo largo de mi actividad en este blog os iré mostrando todo lo interesante y curioso que viva durante mi estancia Erasmus, de momento espero que esta pequeña introducción os haya picado la curiosidad para seguir visitándonos y, quién sabe, ¡quizás veniros! Así que por si eso sucede, mi primer consejo es que os alquiléis una bicicleta, no es una ciudad muy grande y se puede recorrer a pie fácilmente, ¡pero no hay nada mejor que sentirse un auténtico belga! Y mi primera advertencia si vais en bici es que tengáis mucho cuidado con las vías del tranvía, ¡y más si llueve!