¡Aupa a todos!
Flandes es conocida por su abundancia en vegetación. Ya sea por las zonas rurales, donde hay extensos campos, praderas y pastizales, o bien en las decenas de bosques, el territorio flamenco cuenta con una extensa y variada flora, que llenan de vida y verdor cada rincón de naturaleza.
En este blog os he comentado varias veces lo mucho que me gustan los paseos en bici y las rutas que exploran los parajes naturales, por lo conectados que te sientes a la vida silvestre. Es por eso que hoy vengo a hablaros de una experiencia divertidísima que viví ayer, 19 de noviembre, en el municipio de Tienen: ‘Trail Velpe-Mene 2023’. ¿Te gustaría saber más sobre esta vivencia? ¡Desde ahora te anticipo que cuando acabes de leerlo no querrás perderte el próximo evento!
Primero de todo: ¿qué es un trail? Es un deporte que consiste en correr por senderos de montaña o bosque, a través de montañas, cerros y montes, cruzando arroyos y ríos, con grandes trepadas y abruptas bajadas, a diferencia de lo que ocurre en los maratones y el senderismo. Como características relevantes de esta actividad, por lo tanto, destacan la naturaleza del terreno, y el desnivel y la distancia del recorrido. Sobre el material, del mismo modo que en las carreras de running, es importante llevar ropa ligera debido a la duración de la actividad. En este caso, el calzado es diferente al de running, ya que con las irregularidades del terreno las zapatillas son resbaladizas; en su lugar, suelen utilizarse zapatillas o botas propias del trail running, que son impermeables (para el barro y la lluvia) y tienen una suela que proporciona un mayor agarre.
Sobre la ‘Traill Velpe-Mene 2023’, como os he comentado antes, la carrera tuvo lugar el pasado 19 de noviembre en los alrededores de Tienen, municipio ubicado entre Lovaina y Hasselt, a 15 minutos en tren al este de Lovaina. El acontecimieneto lo organizó ‘Natuurpunt’, una asociación independiente de voluntarios que garantiza la protección de la naturaleza vulnerable y en peligro de extinción en Flandes. Además, el evento contaba con 3 recorridos de diferentes distancias, para adecuarse a los intereses y capacidades de los participantes: la primera, de 8 km; la segunda, de 17 km; la tercera, de 27 km.
Personalmente elegí la de 17 km, ya que la de 8 km se me quedaba demasiado corta, pero no me veía capacitado para asumir los 10 kilómetros de diferencia en comparación con la de 27 km. Así pues, tras coger el tren de Lovaina a Tienen, llegué pronto por la mañana para ver la organización del evento, ver dónde estaban las instalaciones, etc. Una vez conseguido el dorsal y de haberme cambiado, el pistoletazo de salida fue a las 10:15 de la mañana, donde un total de 400 personas comenzamos a correr para enfrentar el reto.
El ambiente de la carrera era increíble, con grupos de personas de diferentes edades, de diferentes equipos, pero con un mismo propósito: disfrutar del deporte por el entorno natural de Tienen. Además, aunque al comienzo de la carrera cayeran cuatro gotas, nos vimos acompañados por un tiempo de diez, soleado y con una temperatura perfecta para correr. Sobre el terreno, lo que más me gustó fue cómo el suelo del recorrido iba alternando senderos, zonas de cultivo, asfalto, adoquines, pastos de hierba, etc. Pero el más divertido -y a la vez difícil- fue el barro. Debido a las lluvias del día anterior -llovió durante todo el día-, las zonas de barro quedaron inundadas. Evidentemente, esto no era motivo para modificar el recorrido, ya que las carreras de trail cuentan con zonas de barro. Sin embargo, no me esperaba lo encharcado que iba a estar el trazado: ¡recuerdo zonas en las que el agua me cubría hasta la rodilla! De todas formas, el reto de avanzar en este tipo de terreno junto con otros participantes fue una sensación increíble, ya que con el duelo indirecto sano que había entre nosotros -de seguir para no ser pillado y mantener el ritmo- te obligabas a continuar y afrontar los obstáculos del camino. Además, pese a haber zonas de mucha agua, había otras donde el barro era realmente resbaladizo: tuve suerte de no caerme y llenarme de barro, pero me llevé un par de sustos. Tras ir alternando diferentes terrenos, la carrera acabó con una zona de subidas con gran pendiente, que tras superarlas, alcancé la línea de meta.
Al principio, comencé con un ritmo relativamente rápido, para entrar en temperatura y activar el cuerpo, pero sin exigirme demasiado, ya que tenía que gestionar y guardar fuerzas para el final. La clave, de hecho, fue llevar un ritmo sostenible que me permitiera avanzar a buena velocidad, pero que a su vez, me permitiera disfrutar del entorno natural, los campos y los senderos por los que estábamos pasando. Para finalizar, después de haber gestionado fuerzas, en los 2 últimos kilómetros apreté un poco, para completar la carrera en 1 hora y 45 minutos.
La sensación final fue increíble. Para ser mi primera actividad de resistencia de fundamento, me encantó el ambiente de pasión por el deporte y la competitividad sana que había, las zonas rurales por las que pasaba el recorrido eran un regalo para los sentidos, y la sensación final de autorrealización fue muy gratificante.
Después de vivir esta experiencia, desde aquí os invito y animo a probar este tipo de modalidad deportiva, que además de ser una forma entretenida de conocer el entorno natural de vuestro alrededor activamente, la sensación de esfuerzo y satisfacción que proporciona son fantásticos. ¿A qué esperáis? ¡Apuntaos a la próxima carrera de trail y disfrutad del evento!
¡Hasta el próximo capítulo de esta historia!
Un saludo,
Aimar Alzuguren
Actualmente estoy realizando los estudios de Erasmus en la ciudad de Lovaina, en la facultad de Movement and Rehabilitation Sciences de la KU Leuven. Sin embargo, en España curso una doble titulación de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Fisioterapia.
De hecho, mi afición por el deporte, el ejercicio físico y las actividades en el medio natural fueron los motivos principales para postularme a la sección de “Naturaleza, Parques y Cicloturismo”. Además de estas aficiones, disfruto mucho con los encuentros y charlas con los amigos, y me apasiona viajar por la variedad de culturas, sitios e idiomas que permite conocer.