Tal y como te contamos en el artículo sobre C-Mine, la minería fue y sigue siendo un factor clave en el desarrollo económico y social de Flandes. Todavía a día de hoy puedes percibir el impacto que esta ha tenido sobre las ciudades mineras: su urbanismo, monumentos e incluso las costumbres de sus habitantes son ejemplos de ello. Pero, ¿cómo era la vida en estas ciudades cuando la actividad de la mina estaba en su pico? Hoy te traemos tres datos curiosos que te permitirán comprender mejor como se vivía en aquel entonces. ¡Comenzamos!
Torre de C-Mine, antigua mina de Winterslag.
La jerarquía de la mina
No, la vida de los mineros no era nada fácil. Imagina pasar día sí y día también a cientos de metros bajo tierra para desempeñar este oficio tan duro como necesario. Sin embargo, la vida debía seguir fuera de estas, y muchas veces las formalidades del interior se llevaban al exterior: una de esas formalidades era el respeto al consejo administrativo de la mina. Todo el mundo se mantenía a una distancia respetable de estos señores e intentaban no contradecirlos jamás. De hecho, el director de la mina era la única persona involucrada en la construcción y desarrollo de la ciudad. Tanto es así que en Winterslag, por ejemplo, ¡él era el alcalde! Por suerte esta situación se suavizó con el paso de los años hasta haberse normalizado casi por completo en los años 50.
Las fiestas de Bárbara de Nicomedia
La habrás visto representada con gran variedad de atributos: una torre, una lámpara de mina, una rama de palma, un libro o una espada, entre otros. Hablamos de Santa Bárbara de Nicomedia, la patrona de los trabajadores de las minas. Su fiesta se celebra cada 4 de diciembre. Ese día tiene lugar una ocasión muy importante para toda la comunidad minera, celebrada con una misa, una procesión dirigida por una banda y una gran fiesta. Como es de esperar, todo el mundo se vestía con sus mejores galas. No solo por el placer de unirse en comunidad para llevar a cabo las celebraciones, sino por la importancia que la dirección de la mina le daba a estas fiestas. ¡Esta era la mejor oportunidad para mostrarle al mundo el éxito que las minas estaban cosechando!
Una banda por cada mina
¡Hablando de bandas! ¿Sabías que cada mina solía tener su propia banda? En el caso de la mina de Winterslag, la actual C-Mine, se formó en el año 1914. Únicamente podían formar parte de ella los trabajadores que no se introducían en los túneles, ya que si un miembro era llamado a actuar tenía que estar disponible inmediatamente. Evidentemente, ¡los que trabajaban bajo tierra eran indispensables y no podían abandonar su trabajo! En cada una de las fiestas y ceremonias oficiales tenía una actuación de la banda. Y no solo eso, sino que también eran llamados a actuar en actos de terceros e incluso en el extranjero. ¡La banda de la mina representando!
Edificio conservado en C-Mine, antigua mina de Winterslag.
Como ves, la vida en las ciudades mineras de Flandes giraba entorno a la actividad de la mina. ¡Y no es para menos! Como decíamos, el impacto que estas han tenido sobre el desarrollo de la población ha sido tan grande que aún a día de hoy podrás encontrar su huella por toda la región de Limburgo. Si quieres saber más sobre las minas flamencas, no dudes en visitar C-Mine, el centro cultural que hoy se levanta en el antiguo recinto de la mina de Winterslag. Mientras tanto, no olvides echarle un vistazo a nuestros últimos posts. ¡Flandes tiene mucho por ofrecer! Hasta el próximo artículo 🙂
¡Hola! Mi nombre es Pablo y desde hoy hasta el próximo mes de junio seré tu corresponsal de patrimonio de confianza. Soy estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universitat Politécnica de València, pero este año he tenido la oportunidad de hacer mi Erasmus en Malinas, provincia de Amberes. Aquí estoy cursando el short Programme en International Media & Entertainment Business de la Thomas More University of Applied Sciences.
Llevo cinco meses aquí, y en este tiempo he podido explorar Flandes y conocer su cultura muy de cerca. He viajado y me he colado en la comunidad flamenca para traerte la información como un local lo haría, ¡así que prepárate para conocer el patrimonio más curioso de Flandes!