Ir al museo de los instrumentos musicales es una visita turística tres-en-uno: contiene una colección de instrumentos extraídos de diferentes culturas de todo el mundo, en un edificio de Art Noveau icónico, con un panorama de Bruselas muy significativo en un restaurante bien.
Durante la visita me olvidé de usar la audioguía así que solo pude pensar en las formas irregulares que dan cuerpo a los instrumentos de diferentes culturas, ya que en todas plantas del edificio se respira solemnidad propia de una iglesia. Un silencio que solo se rompe en la planta superior, donde hay un restaurante ajetreado que presume de vistas a la capital Belga. No creo que sean las mejores vistas pero sí las más céntricas y sin duda un buen lugar para impresionar a algun amigo, eso sí, antes de que cierre el museo las 17h.
Dato práctico: El café cuesta 3€. Solo me acuerdo del precio del café. Me sabe mal no acordarme del precio del té, porque no a todo el mundo le gusta el café. A mí por ejemplo el café no me sienta bien, me produce mala digestión. Pero cuando viajas, más o menos, todo se suele medir por el precio de un café. Y esto no me lo invento, esta estudiadíssimo: podéis comprobarlo con el llamado “Índice latte”.
Si queréis más información sobre el museo os recomiendo estos artículos de este mismo blog:
El Museo de los Instrumentos musicales de Bruselas
Vibra con la música de todo el mundo en el Museo de Instrumentos Musicales
Vistas privilegiadas con un café en el MIM