Si solo dispones de un día para visitar la capital belga atención al plan!
El trayecto entre Gante y Bruselas tiene una duración de unos 31 minutos, y salen trenes cada 20 minutos aproximadamente.
La visita comenzó con nuestra llegada a la estación central de Bruselas. Para nuestra sorpresa una banda de música nos recibía en la escalera principal. Estaban llevando a cabo un homenaje a los caídos en la guerra ante un monumento que preside la entrada. Decenas de personas se congregaban alrededor para presenciar el evento.
De allí tomamos el metro hacia el parque del cincuentenario a la estación de Schuman. Para el metro en Bruselas si viajáis varias personas es aconsejable adquirir un bono de 10 viajes por 13 euros que puedes compartir.
La verdad que tuvimos un día esplendido, el sol brillaba sobre bruselas, los belgas comenzaban a salir al sol y la primavera empezaba a dejar sentir su presencia en el parque. Paseamos por el parque hacia el edificio del cincuentenario el cual alberga varios. En una de las esquinas del parque se halla un pequeño templo presidio por cuatro columnas clásicas, se trata de una de las primeras obras del arquitecto modernista gantes Victor Horta. Este está cerrado pero a través de un pequeño agujero que se halla en la puerta se puede contemplar el espectacular friso que lo viste. Esta fotografía la obtuve metiendo el objetivo de mi por el.
Continuamos el nuestro camino a pie hacia los edificios gubernamentales de la unión europea y desde allí seguimos bajando hasta el palacio real y los jardines de Warandepark. Desde allí llegamos al imponente palacio de justicia recientemente restaurado. Continuamos hacia la catedral y desde allí a la Grand Place.
De camino nos topamos con un mercado de artesanía en la plaza de Grasmarkt. Con el estupendo día que hacía las terrazas estaban llenas y el ambiente estaba de lo más animado. Paramos en las galerías Saint Hubert para comprar algunos chocolates y por fin la Grand Place.
La verdad es que cuando llegas a ella te das cuenta del por qué de su nombre “Grand Place“. Allí la fiesta estaba servida, un grupo de folclore búlgaro ponía la música y la gente comenzaba a animarse a bailar y nosotros también, jaja. Increíble, la gente estaba totalmente entregada!! Puestos de flores y artistas con sus acuarelas rodeaban la plaza. Y para rematar tan animado ambiente que mejor que disfrutar de un buen gofre.
Para terminar nuesto paseo por el centro no podía faltar la visita obligada al Manneken Pis, símbolo de la ciudad, que nos recibía engalanado en esta ocasión. Como siempre resultó complicado poderse sacar una foto con el, los turistas lo tenían rodeado!
De allí partimos hacia el Atomium. Para ello cogimos de nuevo el metro hasta la parada de Esplanade. El viaje llega a durar unos 25 minutos desde el centro puesto que se encuentra a las afueras de la ciudad. Su imagen sobre la colina verde era impresionante y con tan espectacular día no pudimos resistirnos a subir a su bola mas alta (el mirador) y la verdad no decepcionó. Al asomarnos a sus ventanas pudimos contemplar la ciudad de Bruselas a nuestros pies, increíble la panorámica.
Y aquí terminó nuestra visita a la capital belga, ahora toca volver para poder visitar mas detenidamente algunos lugares que no podemos dejar escapar antes de terminar nuestro erasmus!
Akí os dejo el vídeo de la visita:
Mi nombre es Francisco Gómez y a partir de ahora voy a ser yo el que se encargue de plasmar nuestra vida en Gante. En mi primer post me gustaría darle las gracias a Cristina López por el trabajo que ha realizado en estos últimos cinco meses y decirte que me has dejado el listón muy alto. 😉
Soy de Zamora y este año me encuentro aquí estudiando mi tercer curso de Arquitectura de Interiores en la universidad de Sint Lucas Architectuur, por lo que no os resulte extraño si pongo demasiado énfasis sobre esto en algunas de mis entradas.
La verdad que el participar en este proyecto de la oficina de turismo de Flandes me ha hecho tener los ojos mucho más abiertos a cada paso que doy por esta mágica ciudad buscando todo aquello peculiar y sorprendente que guarda en sus calles.