Brujas, la ciudad de los puentes
Después de las visitas a Amberes (ver post 1, ver post 2), Gante (ver post 1, ver post 2), Malinas (ver post 1, ver post 2) y Bruselas (escribiré un post próximamente), me faltaba por ver una de las ciudades flamencas más visitadas: Brujas. Las expectativas que tenía eran muy altas, y la ciudad no me decepcionó. A pesar del frío (3º durante todo el día), Brujas me sorprendió muy positivamente.
Brujas es una ciudad mágica (y mucho), pero, por si alguna vez te lo habías planteado, el nombre de “Brujas” no tiene nada que ver con estos seres mágicos (no, en inglés la ciudad no se llama Witches): el nombre deriva de Bryggia, puentes. En neerlandés la ciudad se llama Brugge, y “brug” significa puente.
Y es que el nombre es sólo una pista de lo que te vas a encontrar en esta ciudad: canales, puentes, fachadas encantadoras, callejuelas que parece que han sido sacadas de un cuento y, durante estos días, decoración navideña por todas partes.
El mercado de Navidad de Brujas
En la Grote Markt han instalado una pista de patinaje sobre hielo al lado del Mercadillo de Navidad, donde puedes comprar artículos navideños, beber chocolate o vino caliente, comer gofres, hamburguesas o perritos calientes, o simplemente pasear rodeadx de un ambiente festivo. El mercado estará abierto hasta principios de enero, ¡así que no tardes mucho si quieres visitarlo!
Cuando el sol baja y empieza la noche (hacia las 5 y poco de la tarde), las luces de navidad inundan el centro de la ciudad. Árboles, fachadas, farolas y calles se llenan de colores vivos cuando la oscuridad llega a Brujas. El ambiente que se crea es todavía más mágico.
Una ciudad única
La ciudad, que en su día tuvo un importante puerto comercial y contó con mucha importancia en la zona, hoy en día es uno de los grandes atractivos turísticos de Bélgica. Y no me extraña. Describirla con palabras sería perder matices de la realidad, así que, si una imagen vale más que mil palabras, os dejo varias imágenes para que vosotrxs mismxs podáis ver cómo de bonita es Brujas, incluso en un día frío y nublado. ¿Qué pensáis?
Me llamo Alejandro Caravaca Hernández, y seré el corresponsal de Turismo en Flandes y Bruselas en Lovaina durante el primer semestre del curso 2018/2019. Ya me iréis conociendo poco a poco (nos esperan 5 meses por delante) pero, a modo de presentación, os explicaré brevemente quién soy y qué espero de mi experiencia en Lovaina.
Nací en noviembre del 1997, hace poco menos de 21 años, y vivo en Montcada i Reixac, un municipio de la periferia de Barcelona. Estoy estudiando 4º de Pedagogía (por si alguien se lo estaba preguntando, no es lo mismo que podología ni que logopedia) en la Universitat Autònoma de Barcelona, una de las universidades públicas catalanas. Me considero una persona activa y sociable, y participo en iniciativas socioculturales del municipio donde vivo, además de ser representante estudiantil en mi facultad. Entre mis hobbies destacaría el teatro: formo parte de un grupo de teatro amateur en Montcada i Reixac. De hecho, hace unos meses estrenamos un musical basado en la película Moulin Rouge, en el que pude interpretar el papel del antagonista, “el Duque”.