Hoy, mientras paseaba por las calle, he dado con un lugar que no esperaba encontrar y que seguramente ninguno de vosotros está buscando. Me ha llamado muchísimo la atención y he pensado que merecía ser contado.
Si habéis paseado alguna vez por el Bulevar Waterloo, muy cerca de la altura en que la misma calle comienza a llamarse Bulevar du Midi, habréis podido observar el majestuoso Palacio Porte de Hal, el cual actualmente desempeña la función de museo. Es una construcción muy llamativa e interesante y posiblemente otro día os hable de ella, pero no hoy. Lo que realmente ha captado toda mi atención de aquel lugar mientras paseaba es otra fortaleza, de tamaño un poco menor y cuyo fin es que los niños belgas disfruten jugando en ella.
Se trata de un parque infantil de madera con forma de ciudad medieval, en el que los niños además de toboganes y columpios tienen una representación fantástica de una pequeña población de una época remota. La verdad es que nunca antes había visto un parque infantil tan pintoresco en ninguna de las ciudades que he visitado. El lugar es un oasis para la imaginación en medio de la gran ciudad real.
Este descubrimiento me ha servido para sentirme como una niña otra vez, algo que no está mal con todas las responsabilidades que te recuerdan lo adulto que eres durante la vida Erasmus. Así que he pensado, ya que es muy probable que ninguna guía turística os hable de este sitio, ser yo quien os enseñe esta pequeña maravilla infantil. Si algún día os apetece reencontraros con el niño que hay en vosotros, no dudéis en visitar este estupendo parque.
Soy Mayte Hervás y seré la nueva corresponsal Erasmus durante los próximos 5 meses en la ciudad de Bruselas. Lo cierto es que tengo muchas ganas de empezar esta nueva etapa en el blog, en el que podréis echar un vistazo a mi forma de ver la vida belga con alegría y humor, aunque también seré seria cuando tenga que serlo.
Curiosear por el extranjero es una gran virtud que se instaló en mí desde muy pequeña y por ello he esperado tres largos años de mi carrera de traducción para poder conseguirlo. ¡Me voy a Bruselas, y encima corresponsal!
Bruselas siempre ha captado mi atención, no solo por ser el centro neurálgico de Europa, sino por las diferencias culturales que existen entre la capital de Bélgica y España. Toda mi vida he vivido en una pequeña ciudad de Albacete (Hellín) y desde que me fui a estudiar he estado viviendo en Alicante; ambas ciudades completamente opuestas a la capital grande y europea que me va a acoger este año.La cantidad de eventos musicales que oferta Bélgica, que va desde pequeñas salas con música en directo hasta festivales, ¡me tiene impaciente por llegar!