Lovaina es una ciudad bastante tranquila y es fácil encontrar lugares en los que relajarse y descansar la mente por unos instantes. Pero, aún siendo así, siempre hay algunos lugares más especiales, en los que puedes aislarte por completo de la ciudad, relajarte y olvidarte de todas las cosas que tienes que hacer.
Uno de estos lugares es el Dijlepark, conocido como el paraíso de Lovaina. ¿Por qué este nombre? Sin duda, por esa dosis de romanticismo que el paisaje de este parque evoca. El río Dijle al lado del parque, un estanque, la pérgola y, sobre todo, el pintoresco puente.
Este parque se encuentra muy cerca del Gran Beaterio, pero en él apenas hay nadie, no hay turistas y es incluso difícil encontrar la entrada. He de decir que la primera vez en la que intenté ir miré el mapa y dije «¿pero cómo se entra aquí?». No es tan complicado, pero puede decirse que está algo escondido, y eso es posiblemente una de las mayores razones de la calma que inunda este especial parque.
El parque fue diseñado por la arquitecta Renilde D’Haese y lleva abierto desde 1994. Su horario de apertura es : durante el período del 1 de mayo al 30 de septiembre de 9 a.m. a 9:30 p.m. y durante el período del 1 de octubre al 30 de abril de 9 a.m. a 7 p.m
Espero que las imágenes, que hablan por sí solas, os llamen a visitar este parque cuando deseéis disfrutar de unos instantes de puro relax.
Soy Víctor Labián Carro y a partir de mediados de septiembre estaré 10 meses viviendo en Lovaina y estudiando en KU Leuven. Estoy seguro de que será una experiencia única en la vida, de esas en las que te gustaría recoger tus vivencias en un librito de viajes, en el que el que colocas con mimo esas fotos de lugares, comidas, amigos… Pero ¿por qué no aportar a ese libro un valor adicional y que no sea únicamente una fuente de nostalgia que intensifique nuestros recuerdos? ¿Y si es de utilidad compartir esas experiencias con futuros estudiantes Erasmus de Lovaina? Pues sí, lo es y mucho, porque he de reconocer que todos los consejos, opiniones y vivencias de estudiantes en Lovaina me han ayudado en gran medida a planificar este viaje, o, al menos, esas cosas que puedes tratar de planificar en una aventura tan mágica por desconocida e impredecible. Ya no utilizamos plumas ni pegamos fotos con pegamento, pero sí que subimos a internet fotos y videos y escribimos en blogs. Es ahí donde aparece la iniciativa de ser Corresponsal Erasmus en Flandes, donde encuentro la forma de compartir ese libro aún por escribir o, mejor dicho, de aportar algo de valor a ese libro que entre todos estamos escribiendo.