Bruselas es una ciudad muy bien comunicada por las distintas redes de transporte público: autobús, tranvía y metro (aunque este último al principio puede parecer un poco caótico, en seguida te acostumbras).
Una curiosidad sobre el metro de Bruselas que te anima siempre que lo coges, ya sea temprano por la mañana un lunes o a la vuelta de la universidad un jueves, es su música. Siempre está sonando música (muchas veces española, además), y bastante buena, algo que alegra a cualquiera.
Lo bueno del tranvía y del autobús es que puedes ver Bruselas. Dependiendo del autobús, verás una parte de la ciudad u otra, pero todos los que terminan en la Bourse te dan un paseo por todo el centro que merece la pena apreciar, aunque sea la línea que cogemos todos los días. Aquí os dejo una pequeña muestra de un viaje cualquiera en autobús en Bruselas (los temblores se deben a los adoquines que hay en algunas zonas del centro):
#pequeñosplaceres
Soy María Ballesteros, vuestra nueva corresponsal en Bruselas. Estudiaré cuarto de Traducción e Interpretación en la Haute École Francisco Ferrer (HEFF) hasta (mínimo) febrero. El amor de mi vida son los viajes, y por eso hace un año más o menos decidí que quería pasar una buena temporada fuera de España, conocer otro país y gente nueva y vivir una experiencia inolvidable. ¿Y qué mejor que una beca Erasmus?
Desde el principio lo tuve claro; quería que mi destino fuera Bruselas. ¿Por qué? Porque es la capital europea por excelencia, está en el centro de Europa y te permite viajar barato a muchísimos sitios, es muy cosmopolita, allí nadie es extranjero, tiene un ambiente inigualable, está lleno de estudiantes universitarios (especialmente Erasmus)… y paro ya, que si no, no acabo nunca. No quería otro destino y al final, después de mucho papeleo, aquí estoy!