Lovaina es una ciudad con una gran historia que data de varios siglos, esconde lugares tan misteriosos que solo podrás conocerlos si te adentras en cada uno de sus rincones. La Abadía de Keizersberg es uno de estos lugares. Te descubrimos su historia y las actividades que puedes realizar ahí.
¿Qué es la Abadía de Keizersberg?
Como su propio nombre indica, se trata de una abadía. En resumidas cuentas, es un monasterio que está bajo las órdenes de un abad (padre o madre espiritual de la comunidad).
Esta abadía se encuentra en uno de los lugares más altos dentro del anillo de Lovaina, justo al norte de la ciudad.
Su historia comienza siendo uno de los castillos del conde de Lovaina, Hendrik I. Este lo mandó construir por el 1230, queriendo tener un control absoluto de la ciudad. Posteriormente, se añadieron muros de refuerzo, pozos y se instaló un parque dentro del recinto. Fue tal la importancia de este castillo que hasta el mismísimo Carlos I de España se alojó durante su infancia en él.
La decadencia del castillo comenzó en 1782 cuando José II ordenó que fuera completamente demolido, hasta tal punto que se excavaron los cimientos. El único resto que se quedó de pie es la actual abadía y el pozo.
¿Qué función tiene el monasterio en la actualidad?
Por un lado, la abadía tiene la función de monasterio para monjes y personal de la iglesia, y por el otro, se ha reabierto recientemente como una residencia de estudiantes. Posee una gran biblioteca, servicios de formación espiritual, misas y momentos de oración a lo largo de la semana.
Nuestro paseo por la Abadía
Nos levantamos pronto por la mañana y nos pusimos en marcha hacia el monasterio. Lovaina es una ciudad bastante plana, sin embargo, para llegar a este monasterio tendréis que subir alguna que otra pequeña cuesta.
Una vez subida la calle de Mechelsestraat, que parte desde la catedral, os encontraréis con un muro bastante alto, ahí tendréis que caminar hacia la derecha. Al poco rato encontraréis un camino frondoso que os alzará al monasterio.
Lo más llamativo de este camino es toda la vegetación que hay de repente. Pasas de estar en una ciudad con coches y ruido a estar completamente sumergido en la naturaleza.
Una vez dentro del recinto podréis pasear por distintos lugares. Empezando por un pequeño cementerio, el pozo original del castillo, grandes árboles de más de 150 años, y una gran estatua desde la que ver toda la ciudad de Lovaina. Continuando, podréis entrar en el monasterio, aunque no tiene visitas programadas al ser plenamente funcional.
Después de esta visita solo puedo decir que volveremos. La tranquilidad, naturaleza y paz que se respira en este ambiente es esencial para aquellos momentos en los que uno necesita desconectar. Pasear tranquilamente por este lugar te revitaliza.
Así pues, si ya habéis terminado de ver el casco antiguo de Lovaina y no sabéis a dónde ir, tenéis que pasaros por el antiguo castillo y actual abadía.
Mi nombre es Miguel Iglesias, soy el nuevo corresponsal Erasmus de Productos Belgas, así que mi labor estos meses va a ser degustar la mayor cantidad de cervezas, gofres, patatas y chocolates posible para hacer valoraciones y recomendaciones sobre cada uno de estos productos, así que no me puedo quejar. Pero antes de descubrir toda esta gastronomía belga, permitidme que me presente.
Soy un madrileño que estaba cansado de estar siempre en el mismo sitio y tenía ganas de salir a conocer mundo, otras culturas y otros ambientes. Por este motivo me vine de Erasmus a Bélgica, un país húmedo (Madrid es muy seco), muy verde y con muchos rincones por descubrir.
Soy estudiante de cuarto año de Ingeniería en Tecnologías Industriales en la Universidad Carlos III de Madrid. Por diversas aspiraciones profesionales, acabé de Erasmus en Lovaina, una pequeña pero acogedora ciudad universitaria a escasos kilómetros de Bruselas. Me quedaré aquí todo el año especializándome en ingeniería de materiales y organización industrial dentro de la Katholieke Universiteit de Leuven (KUL). Que resulta ser la universidad número 1 en investigaciones a nivel europeo, así que estoy ansioso por empezar y ver qué me puede ofrecer.