La Historia
Es muy conocida la existencia del barrio judío en Amberes pero su historia no tanto. Me decidí a leerla y a visitarlo, y ahora os contaré un poco como fue.
Se conoce que Baldwin IV, conde de Flandes, invitó al rabino Ya’aqov, hijo del rabino Yequtiel, y a otros treinta judíos a establecerse en Flandes en 1023. Si bien no se sabe con precisión dónde se establecieron, se considera que este es el establecimiento de la comunidad judía en la región. La primera presencia judía en Amberes está atestiguada por la voluntad de Enrique III, duque de Brabante y margrave de Amberes, quien en 1261 expresó su deseo de que los judíos de Brabante fueran expulsados y destruidos. A mediados del siglo XIV, Juan III, duque de Brabante, llevó a cabo una campaña antijudía masiva y los expulsó. Un nuevo grupo de inmigrantes judíos comenzó a establecerse en Amberes a principios del siglo XVI, cuando la ciudad se convirtió en un refugio relativamente seguro para los judíos que huían de las persecuciones y expulsiones en la Península Ibérica. Se mantuvo su presencia durante el próximo siglo y medio, aunque a los judíos no se les permitió adquirir la ciudadanía y la persecución era común.
En 1794 y con la llegada de la Revolución Francesa, los judíos pudieron volver a establecerse libremente en Amberes. La actual comunidad judía de Amberes se estableció oficialmente en 1816, cuando había alrededor de cien judíos viviendo en la ciudad. Esta, la primera comunidad legalmente reconocida, fue conocida como la Comunidad Judía (Communauté Israelite). Las primeras oraciones públicas judías se llevaron a cabo en la casa privada de Moise Kreyn, habiendo recibido la aprobación de las autoridades de la ciudad. Los judíos de Amberes adquirieron posesión de un cementerio en 1828. Había 151 judíos viviendo en Amberes en 1829.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el 65% de los judíos de la ciudad fallecieron en el Holocausto (frente al 35% de los judíos de Bruselas). El 14 de abril de 1941, se produjo el llamado «pogromo de Amberes» cuando unos 200 seguidores de la Vlaams Nationaal Verbond («Unión Nacional Flamenca»), Volksverwering («Defensa del Pueblo»), Liga Antijudía y otras organizaciones pro-nazis quemaron dos sinagogas en la calle Oosten, rompieron las ventanas de las tiendas de propiedad judía, dañaron símbolos religiosos y acosaron a la población judía. En mayo-septiembre de 1942, unos 1500 hombres judíos de Amberes fueron llevados a trabajos forzados en el norte de Francia, construyendo el «Muro Atlántico» para la Organización Todt. Desde finales de julio hasta noviembre de 1942, en tres ocasiones, los judíos de Amberes fueron detenidos por los alemanes con la colaboración de la policía local. De una comunidad de alrededor de 35.000 judíos en Amberes antes de la guerra, unos 15.000 permanecieron en la ciudad después de 1945.
Actualmente, la comunidad judía de Amberes consta de alrededor de 18.000 miembros. La mayoría de los residentes que se identifican como judíos pertenecen a comunidades tradicionales u ortodoxas, aunque los niveles de práctica religiosa varían. Los haredi, o judíos ultraortodoxos, tradicionalmente tienden a vivir concentrados en el centro de la ciudad en un área cercana a la estación central de trenes de Amberes. Este barrio también se conoce a veces como «Amberes judío». Su principal atractivo es su proximidad a la bolsa de diamantes, donde en tiempos pasados trabajaba gran parte de la comunidad. También es donde se encuentran las escuelas judías, los puntos de venta de comida kosher y los servicios judíos en general.
En los últimos años, muchas de las generaciones más jóvenes de judíos seculares se han alejado del concurrido centro de la ciudad. También ha habido un crecimiento pequeño pero constante de comunidades satélites ortodoxas en suburbios como Edegem, Wilrijk y Brasschaat.
Mi experiencia
Explicada un poco la historia, voy a deciros qué visité. Empecé dando una vuelta por el PAKT ¿Y qué es? Pues PAKT fue fundada por dos hermanos, Ismail y Yusuf Yaman, y Stefan Bostoen. En 2006, se enamoraron de los almacenes abandonados escondidos entre el centro de Amberes y el antiguo hospital militar (hoy «Groen Kwartier»). Antes del inicio de las renovaciones, decidieron poner el lugar a disposición de varios artistas y músicos, lo que resultó en un ambiente colorido y animado. Inspirándose en lugares similares de Berlín o Nueva York, crearon un ecosistema único donde el trabajo se combina con el deporte, el ocio y la agricultura urbana. En 2017, una combinación de 25 empresas se estableció en el nuevo sitio de PAKT. Chefs, cerveceros, baristas, tostadores de café, modelos, entusiastas de los deportes e iniciativas sostenibles encontraron su camino hacia el sitio. Es un lugar precioso, más interesante cuando los restaurantes y bares están abiertos, pero aún así puedes visitar la zona de patio-parque que es muy bonita. Y lo que me sorprendió es que no mucha gente conoce de su existencia, parece estar escondido en el corazón de la ciudad pero cuando lo encuentras, no te olvidas.
Seguidamente, fui a ver la principal sinagoga de Amberes, Romi Goldmuntz Sinagogue. Por mala suerte, también estaba cerrada pero es lo que hay estos días. Luego, me dirigí a la parte del Barrio de los Diamantes y de la estación central, que son lugares más conocidos pero aún del barrio judío. Cómo no, las tiendas de diamantes estaban cerradas y todo estaba un poco apagado pero la estación siempre tiene su encanto, con coronavirus o sin.
Me encantó esta visita y espero que a vosotros también. Aquí os dejo un vídeo de la visita:
Carla Junyent
¡Buenas! Mi nombre es Carla Junyent, tengo diecinueve años y vengo de una pequeña ciudad cerca de Barcelona, llamada Igualada. Estudio Psicología en la Universidad Autónoma de Barcelona y a partir de ahora empieza la mayor aventura de mi vida. ¡Empieza mi Erasmus en Flandes!
Mis principales aficiones son la música en todas sus formas, el teatro y viajar. Durante años asistí a clases de canto y de interpretación, y ahora canto en un coro de mi ciudad. Hablo catalán, castellano e inglés, y estoy deseando aprender algunas palabras de neerlandés y francés. Siempre que he podido, me he escapado para poder hacer un pequeño viaje o alguna ‘aventurilla’. Por eso, cuando se me presentó la oportunidad de hacer un Erasmus, no lo dudé por un momento.
Al principio, no sabía mucho de Bélgica, pero había oído hablar muy bien de ella, de su cultura, arquitectura, de sus bicis… Me empecé a interesar por esta opción de Erasmus y supe que tenía que hacerlo. Y ahora, ¡aquí estoy!