¿Quién nos iba a decir que encontraríamos un rincón de Italia al lado justo de la catedral, protegido bajo su sombra?
Seguro que más de una vez os ha pasado (y si no, os pasará) que, en medio de un paseo por las inmediaciones de la catedral os han llamado la atención con ese acento italiano característico que convierte cada sílaba en una nota musical, cada frase en una melodía. Se trata, ni más ni menos, que de los camareros de Da Giovanni.
Existen tres restaurantes con el mismo nombre, curiosamente enfrentados en el mismo cruce de calles, desde cuyas terrazas los camareros nos invitan a entrar con ademanes grandilocuentes y delantales rojos con cuadros blancos. ¿Se puede ser más italiano? ¡Entrad y descubriréis que sí!
En el interior los restaurantes se encuentran adornados con cuadros e imágenes impregnados de connotaciones italianas, pero lo que, sin duda, capta más la atención, es el techo cubierto en su totalidad por enredaderas, plantas colgantes y farolillos, que consigue transportar a los comensales a una Italia romántica y bohemia.
De noche, sentado en un rinconcito del restaurante y bañado por la suave luz amarilla de los farolillos, uno tiene la sensación de estar cenando en una tratoria escondida en algún rincón del Trastévere.
A continuación os dejo el enlace a la página web oficial de Da Giovanni, dónde podéis consultar su carta.