No muchos saben que cerca de Dampoort estación se encuentra el beaterio Sint-Amandsberg, uno de los doce que hay en Flandes y que desde 1998, pasaron a ser partimonio de la UNESCO.
Si os apetece ir allí tener en cuenta que las dos entradas de acceso tienen horarios, de 6 am a 11 pm.
El sitio es increíblemente tranquilo. Aunque las beatas ya no viven allí ( la última falleció en el 2000) se respira igualmente un ambiente de paz único. El conjunto se construyó en 1872: ochenta casas, catorce conventos, la residencia de la superiora, una enfermería, una capilla de San Antonio de Padua y una iglesia. ¡En sólo dos años! Este proyecto fue respaldado por Engelbert Auguste, duque de Arenberg.
Estas fotos las tomé en el centro cultural, donde el dueño amablemente –y con cierta nostalgia– nos explicó una breve historia del lugar. Si pincháis en la foto lo apreciaréis mejor 🙂
Ahora han pasado a ser de propiedad privada: familias, un centro cultural –en uno de los conventos– centros de apoyo a discapacitados, una pequeña granja y hasta un Bed & Breakfast llenan ahora el lugar.
Pasear por allí realmente es trasladarse a otra época. Y esta guay ver como un sitio con tanta carga religiosa es ahora habitado por familias con total normalidad. He aquí el espíritu de reciclaje del norte de Europa.
Desde luego la arquitectura neogótica y el hecho de que esté aisaldo del exterior por muros dan un toque regional y pintoresco al sitio.
Es muy común ver pequeñas vírgenes en la entrada de las casas…tanto en el beaterio como en muchas de las casas flamencas en general.
Esto es la foto de un mapa muy bonito que me dió el señor, no se puede apreciar bien pero es el plano del Beaterio.