Cierra los ojos e imagina Gante en blanco y negro. Gante durante la Revolución Industrial. Gante en 1930. Gante en el apogeo de la imprenta, del papel y de las máquinas de escribir. Gante cuando no había wifi, ni smartphones ni tablets. Gante cuando el único medio de comunicación era la prensa, y en concreto la prensa escrita que se redactaba e imprimía en el periódico Dagblad Vooruit.
Ahora abre los ojos ¡No te duermas! Que te llevo a un lugar. Coge el mapa y extiéndelo sobre una mesa. Localiza la calle Sint-Pietersnieuwstraat y cuando la tengas camina hasta allí. Concretamente hasta el número 128. No te asustes por el número, Gante es una ciudad pequeña y todo queda cerca.
Mi consejo es que no cojas la bici para este trayecto porque así por el camino puedo contarte la historia del edificio al que vamos a visitar. Aunque si tienes prisa, mejor quedamos otro día.
Se trata de la antigua redacción e imprenta del periódico Vooruit. Sus orígenes se remontan a principios de 1884, aunque su época dorada no llegó hasta los años 50, cuando por aquel entonces tenían una tirada de 56.000 ejemplares.
Fue en 1930 cuando se instalaron en este edificio centenario y simbólico de Gante. Actualmente el edificio ha dejado de servir como medio de comunicación, ya que en 1990 unos nuevos propietarios le dieron un nuevo nombre al edificio, Backstage, y lo convirtieron en un centro cultural, de ocio y de hospedaje. Pero a pesar de ello, el edifico continua contando historias, las de miles de turistas y mochileros que se alojan entre las paredes que guardan 60 años de noticias.
¿Por qué te he traído aquí? Por tres simples motivos. En primer lugar; por el valor simbólico del edificio. Es parte de la historia de Gante. En segundo lugar; por su utilidad. Es un hostal diferente, moderno y económico. Combina el estilo clásico Art Decó y el diseño contemporáneo. Creo que es un lugar para recomendar a futuros turistas. Y en tercer lugar; por su filosofía. Me gusta y confío en el periodismo, por eso me encanta que el edificio mantenga sus raíces y que su decoración gire en torno a las mismas.
Como curiosidad, cada habitación corresponde a un periódico de tirada internacional. Es decir, quizá acabemos durmiendo en la habitación de EL MUNDO, o THE GUARDIAN o THE WASHINGTON POST. O simplemente andando por los pasillos por lo que un día se redactó una historia de paz, una historia de amor, o una investigación sobre el robo de El Políptico de la Adoración del Cordero Místico.
Y ahora que ya lo has visto y conoces su historia, ya puedes descansar.
Buenas noches.