Si hay algo que tiene que haber catado un verdadero brujense para ganarse el honor de denominarse como tal, es sin duda una cerveza de Vlissinghe, la taberna más antigua de Brujas.
Vlissinghe, situada en la calle Blekerstraat, se construyó en el siglo XVI, por lo que es considerada la taberna más antigua de la ciudad. No se sabe exactamente el año que el edificio empezó a ejercer como taberna, pero se rumorea que hace al menos cinco siglos que se empezó a usar como a tal.
El 9 de junio de 1998, el café recibió la condición de monumento protegido. Tanto el edificio como el mobiliario flamenco de la taberna, después de ciento cincuenta años, han adquirido cierto valor histórico y, por lo tanto, están sujetos al decreto de protección. La taberna cuenta con una atmósfera increíble. Sus propietarios han sabido mantener tan bien la decoración de antaño que una vez se está allí es imposible no transportarse al pasado.
Pero no solo el decorado vale la pena, allí se pueden encontrar cervezas de todo tipo, por lo que, si eres un amante de esta bebida, tardarás media hora en decidirte por una. Además de poder disfrutar de una cerveza casera en un escenario propio de la Edad Moderna, en Vlissinghe se puede comer comida tradicional belga a muy buen precio, y sin duda, el decorado antiguo, junto con el olor a cerveza y a madera vieja, hacen la experiencia mucho más especial.
Antes de entrar en Vlissinghe, nunca hubiera pensado que la cerveza pegara tan bien con la historia.
Soy Núria, una catalana de veintidós años que lleva esperando su Erasmus en Flandes desde antes de empezar la carrera. Me encanta leer, escribir y hablar. Escuchar también, me encanta aprender cosas nuevas. No podría vivir sin arte. Cuando estoy triste escucho música y cuando estoy feliz también. Amo comer, supongo que el amor por la comida me viene de mi padre. En mi casa, siempre hemos sido de probar platos típicos de otras culturas, y no solo eso, de aprender a cocinarlos también.
Desde los catorce, tuve claro a qué me quería dedicar. Mi sueño era bastante específico: estudiar periodismo en Madrid. Luego, llegó el bachillerato y con ello las clases de economía. Nunca pensé que me fuera a gustar algo así, pero vaya si me gustó… La economía me generaba una curiosidad tan grande, que la puse de primera opción junto con ADE. De esta forma, en 2016, empecé un doble grado en economía y ADE. Descubrí un mundo nuevo, y fui consciente de lo importante que era la economía para ayudar a la gente. Comprendí que los economistas son importantes, pero no para lo que cree la mayoría de la gente. Ellos pueden elaborar modelos para reducir la pobreza, extinguir la corrupción e incluso evitar guerras. A medida que aprendía más cosas, mi amor por la economía crecía. Hoy, la economía me apasiona, de esto no tengo ninguna duda, pero el periodismo aún forma parte de mí.
2 comentarios
Si algun dia m’ho permet el COVID-19 i puc venir-te a veure, sense cap mena de dubte ens hi heu de portar! (espero que sigui aviat, que us trobo molt a faltar) ❤️
Sens dubte us hi portarem! Però el primer pas l’heu de fer vosaltres (agafar el vol)🙂