Bueno, hoy os hablaré de uno de los momentos más especiales y mágicos que he vivido estas navidades en Amberes. La noche anterior a fin de año, después de habernos instalado en casa a nuestra vuelta de España, fuimos a dar una vuelta por el centro para ver el ambiente navideño con el mercadillo, el bonito tiovivo en Grote Markt, la gente calentándose las manos en la hoguera de la plaza,los puestos de comida y bebida caliente…Al llegar a Groenplaats nos dimos cuenta de que de fondo sonaba una música muy agradable que venia de la bonita carpa que habían instalado para estas fechas. Recuerdo que vi como la montaban en su momento y me pregunté que que harían allí, pensé que podría ser un teatrillo, pero lo que no me esperaba para nada es lo que finalmente descubrimos. Decidimos entrar esa noche, al Spiegeltent y ahora me arrepiento de no haberlo hecho antes, porque fue una experiencia increíble.
De repente me sentí como el protagonista de la película de Woody Allen, “Midnight in Paris”, y me hubiera teletransportado a una fiesta en los años 50. La decoración del sitio era realmente impresionante, con un techo entelado de color granate con ribetes dorados y de color esmeralda, apoyado sobre unas columnas muy historiadas con pequeños espejos incrustados. En medio de la carpa la gente bailaba sin parar al ritmo de música swing sobre un deslizante suelo de manera, muchos de ellos vestidos perfectamente para la ocasión. Me quedé maravillada con el ambiente que había, la gente se veía feliz, charlando animadamente mientras veían bailar a algunos de los profesionales en la pista. Había gente de todas las edades y un señor un poco mayor incluso se animó a sacarme a bailar, pero mi verguenza al ver el nivel que había me dejo parada en mi sitio observando. La verdad es que poco puedo decir con palabras, así que aquí os dejo un video para que veáis de lo que os hablo…
Soy Andrea, una asturiana que vive en la calurosa isla de Tenerife, y durante los próximos meses seré ¡la nueva corresponsal Erasmus en la ciudad de Amberes!
Nunca me había planteado seriamente el tema de solicitar una beca Erasmus, sin embargo, tuve una corazonada, y supe que me iba a venir muy bien salir al extranjero en mi último año de Bellas artes y que seria una experiencia muy enriquecedora.
A pesar de estar estudiando diseño durante los tres últimos años, la fotografía de moda es mi pasión, por lo que fue toda una sorpresa ver que en mi universidad se ofertaba como destino la ciudad de Amberes, conocida por ser una ciudad moderna y cosmopolita donde la moda y el diseño ocupan un lugar muy importante. La gente me había hablado maravillas de la ciudad y no tardaron mucho en convencerme, así que después de mucho trámite y papeleo ¡por fin estoy aquí!