La semana pasada, en una escapada espontánea que prometía ser solo otra noche en Brujas, mis amigos de Erasmus y yo nos topamos con una experiencia que se grabaría en nuestra memoria como la definición de «brutal». Aquí te dejo un recuento personal y vibrante de lo que tienes que hacer si te aventuras al legendario Monk de Brujas:
1. La Llegada: Un Laberinto Hacia el Descubrimiento
El preludio de nuestra noche épica comenzó con un paseo por las serpenteantes calles de Brujas. Con cada paso, las historias cobraban vida, preparándonos para el descubrimiento de algo grandioso. Al fin, el Monk emergió ante nosotros, como sacado de un cuento, prometiendo una noche inolvidable.
2. La Cerveza: Un Viaje de Sabores
Y vaya si lo fue. No solo probamos una, sino varias cervezas artesanales, cada una narrando su propia saga de sabores y tradición. Desde la primera sorbo de una rubia refrescante hasta el último trago de una oscura y misteriosa, cada cerveza era una celebración, una explosión de gusto que nos llevaba más y más profundo en el arte cervecero belga.
3. La Ambientación: Inmersión Total
Pero el Monk es más que cerveza. La ambientación, oh, la ambientación. Con cada rincón explorado, las paredes y los detalles nos envolvían en una cápsula del tiempo. Era como ser parte de una película, donde cada elemento decorativo tenía su historia, susurrando secretos de una Brujas que solo podíamos imaginar.
4. La Compañía: Risas y Más
Rodeado de mis compañeros de Erasmus, la noche se transformó en una colección de momentos hilados por la risa, el baile y, por supuesto, las selfies. Cada conversación, cada chiste compartido, hacía que el tiempo se esfumara, dejándonos sumidos en la pura felicidad de nuestra amistad.
5. La Experiencia: Vivir al Máximo
Vivir al máximo no comienza a describir lo que sentimos esa noche. Fue una celebración de la vida, un recordatorio de que los momentos más simples, como disfrutar una cerveza con amigos en un bar con historia, pueden ser los más extraordinarios.
Así que si te encuentras en Brujas, hazte un favor: pasea hasta el Monk, sumérgete en la cerveza y la ambientación, ríe hasta que te duela el estómago con tus amigos de Erasmus, y sobre todo, disfruta cada segundo al máximo. Porque, al final del día, son estas experiencias las que nos definen, las que nos unen, y las que recordaremos por siempre.
Soy estudiante de una doble titulación en Ingeniería Industrial y Administración y Dirección de Empresas. Hago Erasmus en la ciudad de Ghent.
Estoy encantado de participar en el blog Erasmus en Flandes y poder compartir con todas las personas que hacen movilidad mis experiencias y promover la cultura Belga.