Si todavía no sabes que es un beaterio a partir de hoy no tendrás ninguna duda. Los beaterios eran pequeñas ciudades dentro de la ciudad donde vivían las beginas (beatas) que consagraban su vida a la oración, sin retirarse totalmente del mundo.
Se dicaban a los enfermos, desvalidos y a las labores manuales y de horticultura. Hacían voto de castidad y obediencia pero no existía voto de pobreza, por lo que pueden diferenciarse las casas donde vivían las beatas más pobres, de las de las más ricas que podían vivir con sus criadas. También servían de escondite a las mujeres de la ciudad en tiempos de guerra y epidemias, ya que está amurallada y protegida del exterior. Cada beaterio se organizaba a su manera, sin que existiera una regla general ni orden que las gobernara.
Las casas son adosadas, de ladrillo rojo y algunas tienen un pequeño jardín. Dar un paseo por sus calles es un auténtico placer. Parece que el tiempo se detuviese al entrar allí. Sólo escuchas los pájaros y el transcurrir del agua por los canales que cruzan las calles.
Es curioso saber que el beaterio de Lovaina fue construido en el año 1232 y es el más grande de Bélgica. Los conflictos entre la Iglesia y las beguinas fueron en aumento a partir del siglo XIV por lo que fueron desapareciendo. Cuando este espacio dejó de tener la utilidad para la que fue construido, se deterioró hasta llegar a estar prácticamente abandonado.
A mediados del siglo XX paso a ser propiedad de la Universidad de Lovaina, quien lo reconstruyó de la mejor manera posible: manteniéndolo vivo. En sus ochenta y siete casas viven alumnos y docentes de la universidad. En 2000 el Beaterio Mayor de Lovaina fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
MARÍA
¡Hola a todas y todos! Soy Abel Corsino, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Complutense de Madrid y durante los próximos meses vamos a vivir juntos la maravillosa experiencia de adentrarnos en la cultura flamenca. Pretendo mostrar las fascinantes calles por las que paseaban los maestros flamencos y todo su legado, conquistar vuestro paladar con la gastronomía belga, enseñaros los paisajes más recónditos de Limburgo y que os enamoréis, como yo, de cada rincón de esta región.
Me faltan unos días para comenzar esta aventura. Mi primera parada será la ciudad que me acogerá durante estos cinco meses: Hasselt, en Limburgo. Tengo muchísimo cariño a esta provincia porque será en la que pase el mayor tiempo de mi Erasmus y siento que tiene un millón de sitios que merece la pena explorar, pero no me olvidaré de que Amberes tiene maravillas arquitectónicas y de la gran relación que tiene esta ciudad con el arte.
En cuanto a mí, para que me conozcáis un poco más, os puedo decir que soy muy cinéfilo, me encanta perderme por cualquier sitio y soy adicto al hummus. Lo del hummus parece irrelevante, pero de verdad que no puedo subsistir sin hummus. Si queréis saber cómo empezó todo esto y cómo este servidor os está revelando su adicción al hummus, os dejo mi vídeo candidatura para ser Corresponsal Erasmus. Espero que os guste el vídeo y que estéis tan entusiasmados como yo por descubrir Flandes
3 comentarios
Hola corazón!! me encanta esta entrada porque desde que supe que te ibas a Flandes me acordé de Lovaina. Resulta que es parte importante de un libro que leí este verano, «La mujer de las nueve lunas» , trata sobre la primera beguina (supuestamente) Hildegard de Bingen y el protagonista vive en un beguinato de Lovaina. No es una novela historica, asi que no es del todo real pero a mí me gustó muchisimo. Gracias por enseñarme algo más de Lovaina. Un besazo
Nosotros también estuvimos en uno cuando visitamos Amsterdam, concretamente en Begijnhof y es tal y como lo describes.
Un beso muy grande!
Muchas gracias por tu aportación Susana ¡qué interesante! Cuando esté de vuelta me tienes que prestar ese libro, me encantaría leerlo. La verdad es que son lugares especiales. Besitos