¡Hola de nuevo!
La avenida de la Corona es una de las arterias principales de la ciudad de Bruselas. Esta avenida une el Palacio Real, en la zona centro, con la zona universitaria, donde están los campus de la ULB y de la VUB. Esta calle, que se desarrolla a lo largo de todo el municipio de Ixelles, tiene una zona que es muy característica. Se trata del puente conocido como Gray-Couronne, cuya curiosa historia te voy a contar en este post.
La idea de construir este puente surge con el desarrollo del automóvil como medio de transporte prioritario en la primera mitad del siglo XX. El incremento en el número de coches y la necesidad de agilizar el tráfico obligó a que se diseñase esta avenida. ¿Cuál era el problema? Pues muy sencillo: Bruselas es una ciudad construida sobre colinas y había un tramo cuya altitud era mucho menor que la del resto de la zona, por lo que se decidió construir un puente.
Lo curioso es que, al construirse, se creó un espacio muy singular que cortaba la calle que estaba por debajo en dos y que dio rienda suelta a la imaginación de los bruselenses para ver cómo se podía aprovechar. Ya no solo eso, sino que ahora tenían casi 20 metros de desnivel entre una calle y otra que tenía que salvarse.
Entre las muchas ideas que se propusieron encontramos algunas más lógicas, como toda clase de ascensores, y otras más extrañas e irreales, como… ¡una pista de esquí! Actualmente, el desnivel se puede salvar a través de unas escaleras rodeadas de toda clase de vegetación, convirtiendo este lugar en un gran pulmón para la ciudad de Bruselas.
Al fin y al cabo, este puente nos deja una bonita estampa que nos transporta muchas décadas atrás, pues conserva su esencia y su diseño originales. Sin embargo, sin ninguna duda, lo mejor de este puente es que, de manera improvisada, se ha constituido como uno de los miradores más bonitos de Bruselas. El lugar nos ofrece una panorámica fantástica del municipio de Ixelles, así como unas vistas impresionantes de lugares emblemáticos como el Arco del Cincuentenario o el Parlamento Europeo. ¡Un sitio perfecto para ver el atardecer!
¡Nos vamos viendo!
Jose
¡Qué ilusión me hace estar escribiendo por fin estas palabras! A partir de este mes de febrero empiezo como corresponsal de Erasmus en Flandes y tengo muchas ganas de enseñaros mi trabajo. Recoger el testigo de Yolanda en cuanto al tema de Patrimonio es todo un honor.
Antes de nada, me presento. Me llamo José Manuel Ortega y tengo 20 años. Nací en Granada, pero he vivido toda mi vida en La Línea de la Concepción, un pueblo de Cádiz. Estudio Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada y, actualmente, estoy realizando un intercambio Erasmus en Bruselas de curso completo.