Hemos hablado de comidas rápidas, comidas de estudiantes y de esas que complacen al bolsillo, pero ¿y si queremos darnos un homenaje?
Dicen que “una vez al año no hace daño”. Pues hay restaurantes a los que hay que ir por lo menos una vez en Amberes. Uno de ellos es ‘t Hofke, situado en Vlaeykensgang (os hablé de estos callejones en otro post que os ‘linkeo’)
Se trata de un restaurante de esos que calificamos como “cuquis”, en el pequeño rincón medieval de Amberes. Mesas con mantel, sillas de madera, velas, enredaderas y un patio interior con luces. Es probablemente el restaurante más acogedor y tranquilo de Amberes.
El trato es bueno, los camareros ofrecen recomendaciones y ponen facilidades. Desde desayunos tipo ‘brunch’, a platos de solomillo, los platos son variados y contundentes.Recomiendo el salmón, está muy jugoso y perfectamente acompañado, todo un acierto. Las ensaladas también se disfrutan pero habrá que pedir un poco de aceite de oliva (propio de nosotros, los mediterráneos).
Llegar hasta él es como dar con un escondite, hay que adentrarse en el callejón Vlaetkensgang. Previamente hay que asegurarse de tener reserva porque es un lugar muy solicitado y uno se puede llevar un chasco. Os dejo la página web donde se encuentra el contacto y así le echáis un ojo.