¡Buenas noches!
El centro de Bruselas esconde muchas cosas… Como toda grande ciudad, acumula miles de historias de vidas de todas las personas que allí han habitado. Como toda capital europea, por ella han pasado grandes personalidades, dejando su huella en la ciudad y la ciudad en ellos.
En este post vamos a pasear por las cercanías de la Grand Place hasta el barrio de Maroles para respirar el ambiente más bohemio y artístico de la capital europea y conocer paralelamente la intensa historia de una pareja literaria que vivió en Bruselas, Paul Verlaine y Arthur Rimbaud.
«Antaño, si mal no recuerdo, mi vida era un festín donde se abrían todos los corazones, donde todos los vinos corrían […]»
Una temporada en el infierno, Arthur RIMBAUD
En un antaño ya lejano para nosotros, en el 1888, empezó una relación epistolar que acabaría en tragedia en Bruselas. Un joven de apenas 19 años, Arthur Rimbaud, mandó al joven poeta Paul Verlaine una poesía, esperando su crítica. El cambio de siglo, la bohemia, el alcohol y el interés mutuo fluyeron desde el primer momento entre esta pareja de escritores franceses: surgió así, bajo las luces de la poesía y el simbolismo francés, una exaltada relación entre amantes que perduraría pese a las resistencias de la convención social.
Cuando entramos en la Grand Place, repleta de cristales, fachadas relucientes y el magnificente Ayuntamiento y la Broodhuis, no nos cuesta imaginarnos el ambiente y el impacto de esta plaza hace cien años. Cuando penetramos en ella a través de las callejuelas de la Rue Cahir et Pain o la Rue des Harengs, llegamos a este delta rectangular. Esta plaza parece enorme en las fotografías pero es de unas dimensiones «discretas» que la hacen aún más íntima y espectacular.
«Una noche, senté a la Belleza en mis rodillas. — Y la encontré amarga. — Y la injurié. Me armé contra la justicia.»
Una temporada en el infierno, Arthur RIMBAUD
Una noche, cuando empezaron su relación de amantes, Verlaine estaba casado y esperaba un hijo. Después de escapar juntos a Londres, escogieron Bruselas como nuevo lugar de escape y encuentro. También en esta ciudad Verlaine descubrió tiempo después que su mujer le había pedido el divorcio.
No me es dificil imaginar a ambos poetas paseando por las calles de Maroles. Este barrio céntrico es hoy un cúmulo de callejuelas, plazas y paredes decoradas con graffitis, terrazas y tiendas de segunda mano. En su momento, los artistas y bohemios de Bruselas habitaban esas casas y tabernas.
«Hoy, debido a mi aspecto triste, decidió abandonarme. Me dio un ataque de locura y le disparé. No me denunció en ese momento»
Declaraciones de Verlaine al comisario después de disparar a Arthur Rimbaud
El 10 de julio de 1873 Verlaine tenía un revólver en la habitación del Hôtel de la Ville de Courtrai cuando llegó Rimbaud, su amante. La mujer de Verlaine había decidido separarse de él; el poeta había concertado una cita con su amante para acabar esa relación. Fue un encuentro marcado por el sexo y la violencia; acabó con el joven Rimbaud herido en su muñeca. Después del incidente Verlaine pasó dos años en la cárcel y Rimbaud, a sus 21 años, abandonó su vida como poeta.
Hoy en día el edificio en el que se encontraba el hotel se mantiene en pie y recuerda este episodio con una placa conmemorativa. Prácticamente al lado del Manneken Pis, si nos acercamos pasear por la calle des Brasseurs podremos recordar estas dos importantes figuras de la literatura simbolista y su historia trágica, dotando así de más contenido e historias nuestro paso por Bruselas.
¡Os mando un abrazo muy fuerte, nos leemos en el próximo post! 😉