Brujas es una de las ciudades más famosas de Bélgica, quizás nunca hayas oído hablar de ciudades como Ostende o Malinas, pero a casi todo el mundo le suena o ha visitado Brujas ya que es una de las ciudades con más encanto de toda Bélgica.
De hecho la primera visita que organizó la asociación de estudiantes de Gante (ESN Gent) fue a Brujas y tuvimos la suerte de ver la ciudad de la mano de alguien que había nacido allí, que nos explicó curiosidades y detalles de la ciudad que a lo mejor no sabríamos si hubiesemos ido a visitar la ciudad por nuestra cuenta.
La visita que hicimos fue básicamente por el centro histórico de la ciudad, ubicado entre las dos plazas principales, la plaza Markt y la Brug. A la entrada de la ciudad viniendo desde la estación de tren se encuentra un parque inmenso con un lago conocido como el lago del Amor (Minnewater).
Es curioso que el lago esté repleto de cisnes, circula una leyenda del siglo XV que cuenta que la gente de Brujas asesinó a uno de los administradores de la ciudad perteneciente a la corte de Maximiliano de Austria. Y como castigo, Maximiliano obligó a la ciudad a mantener en sus lagos y canales a los cisnes hasta la eternidad.
Una vez adentrados ya en la ciudad nos encontramos con una de las cervecerías más antiguas de Brujas que sigue en funcionamiento desde 1546 llamada De Halve Maan, donde se puede probar la cerveza que allí fabrican.
La siguiente parada, tras ver muchos de los preciosos canales de Brujas es la Iglesia de Nuestra Señora, este edificio es el más alto de la ciudad con una torre de 118 metros hecha en su totalidad de ladrillos.
Esta iglesia es muy famosa por su escultura Madonna de Michelangelo, la única escultura del fantástico escultor italiano que se puede ver en los Paises Bajos. La Madonna fue construida para la catedral de Sienna pero dos mercaderes de Brujas la llevaron para la allá.
En el interior de la iglesia también se puede visitar el mausoleo de María de Borgoña y Carlos el Temerario, así como algunos lienzos del siglo XII.
Al otro lado del canal nos encontramos con el Hospital de San Juan de Jerusalén, con ocho siglos de historia, es uno de los hospitales más antiguos de toda Europa. El hospital fue construido para dar alojamiento y cuidado a peregrinos, gente de paso y mercaderes. En el año 1970 se construyó un nuevo hospital, perdiendo el hospital de San Juan su función y pasó a ser un museo y sala de congresos.
Continuamos dirección una de las plazas más importantes de Brujas, la plaza de De Brug, pero de camino nos topamos con algunos edificios y canales de ensueño.
Finalmente llegamos a la plaza de Burg, esta plaza tiene una mayor riqueza en cuanto a monumentos que la plaza Markt. Aquí se encuentran edificios de una gran belleza como son:
- La Basílica de la Santa Sangre
La tradición dice que el conde Diederik van dek Elzas trajo la sangre de Cristo de Jerusalén a Brujas tras la segunda cruzada. En su interior se encuentra la iglesia de San Basilio y en la planta superior se haya una capilla neogótica donde se aloja la reliquia de la Sangre de Cristo.
- Ayuntamiento
Se trata de un edificio gótico del siglo XIV y es uno de los ayuntamientos más antiguos de los Países Bajos. En el piso superior tiene una sala Gótica con una impresionante bóveda que se puede visitar. También podemos encontrar numerosos documentos de la ciudad.
De una de las plazas nos movemos a la otra y nos dirigimos hacía la plaza del Mercado (Markt) en cuyo centro se levanta el monumento a Breydel y Pieter de Cornick. Actualmente esta plaza se encuentra rodeada por una serie de montículos de hierba que le dan un toque precioso y todos ellos rodeados de banderas. Rodeando todas estas montañas encontramos edificios que servían como antiguos gremios y que aun mantienen sus escudos y que en la actualidad se han convertido en bares o cafeterías donde poder descansar a tomar un café o una cerveza tras un largo día de turismo.
En esta plaza existe también otro monumento que destaca entre el resto de edificios, este es el campanario de la ciudad o Belfort. Con una altura de 82 metros es uno de los simbolos de la ciudad y data del siglo XIII. Se puede subir a lo alto de la torre, pero para ello tendremos que estar en forma y ascender los 366 escalones que hay, aunque en su interior descubriremos cosas interesantes como el sistema de relojería del campanario.
Como opinión personal Brujas me pareció una ciudad preciosa, aunque no se si fue por el tiempo que nos hizo o por que Gante ahora para mí es como mi segundo hogar, pero me gusta mucho más Gante que Brujas. Brujas es una ciudad muy orientada al turismo y una vez pasado el horario de cierre de los comercios la ciudad queda bastante vacía. A diferencia de ciudades más grandes como Gante o Amberes en las que hay más vivacidad durante todo el día.
De todos modos aun me queda mucho por visitar de Brujas, así que ya añadiré otro post sobre aquellas zonas que no he visitado.