En mi última visita a Lovaina tuve la oportunidad de realizar una visita a la fábrica de una de las cervezas más famosas en todo el mundo. ¿Qué amante de la cerveza nunca ha probado la Stella Artois?
A pocos minutos andando del centro de Lovaina, llegando a una parte un poco más industrial que contrastaba bastante con el centro de la ciudad, se encontraba la fábrica de Stella Artois. Esta cerveza fue elaborada en 1366 con un propósito inicial que acabó disipándose, y que era el de una cerveza para consumir en Navidad. De ahí su nombre, ya que Stella en latín significa “estrella” y quiere hacer referencia a la estrella de Belén.
Pero esta cerveza sobrepasó esos límites y por supuesto las fronteras belgas para coronarse como un cerveza internacional consumida diariamente por cientos de personas.
Existen varias fábricas de esta cerveza por Europa como en Reino Unido, Australia o Ucrania pero claramente las fábricas más importantes son las de Bélgica y concretamente la de Lovaina, donde empezó todo.
Esta fábrica acoge visitantes durante todo el año y el precio que ponen por realizar esta visita es de 8,50 euros y puedes elegir entre dos idiomas: flamenco e inglés. Para reservar tus tickets puedes hacerlo desde la siguiente web: http://www.visitleuven.be/en/brewery-stella-artois-0. Además, si quieres realizar la visita con todos tus amigos o familiares y sois más de 15 tendréis un precio especial para la entrada y visita a la fábrica, así como si sois estudiantes etc…
La visita tiene una duración de una hora y nada más recibirte te adentran en una pequeña sala con una televisión donde mediante videos y fotografías, tu guía te va explicando la historia de la cerveza. Más tarde te enseñan todos sus componentes y su complicado proceso de fabricación. A continuación se puede observar desde la distancia toda la maquinaria que utilizan en el proceso de fabricación de Stella Artois así como a todos sus trabajadores puestos en marcha para que después tú puedas disfrutar de esta magnífica cerveza belga.
La visita acaba con una parada en el bar de la fábrica donde te invitan a unas Stella Artois super fresquitas y bien servidas mientras te relajas y comentas todo lo visto y aprendido en el tour. Además, no saldrás con las manos vacías. A todos sus visitantes les obsequian con unas cervezas y una copa de Stella Artois como recuerdo