A ver como explico esto. El miércoles pasado hubo un torneo de volley playa en el parking de la universidad. Si… pista no hay normalmente pero parece que eso problema aquí no es. Por si aún no lo imagináis si, trajeron arena de playa al campus para que se pudiese jugar. Y no sólo un campo, no, si se hace se hace bien, tres campos de Volley Playa en mitad de la universidad; de verdad que estos estudiantes belgas a veces me dejan sin palabras.
Y con motivo de este prestigioso torneo de volley playa pues se aprovecha y se monta un fiestón en el campus. ¿Por qué no? Hasta tal punto, que podríamos decir que este torneo queda en un simple pretexto, en una mera excusa para fijar otra enorme fiesta en la universidad.
Parece que los meteorólogos del Círculo Solvay (el círculo de la facultad de Económicas, el organizador del evento) acertaron de pleno en la fecha ya que pudimos disfrutar de un tiempo de escándalo, sacando, y no es broma, por primera vez el pantalón corto desde septiembre.
Como acompañante del torneo y casi como prueba de que este era lo menos importante, cada uno de los círculos sacaron pequeñas casetillas en las que poder tomarte una cerveza con tus amigos. El círculo Solvay trabajó duro con los sponsors para terminar teníendo en el campus varias actividades y atracciones que completarían el evento. Un futbolín humano, una silla rotatoria y una de las que más gracia me hizo, por cortesía de LIDL una enooorme barbacoa.
Y por supuesto lo que nunca puede faltar en un evento de este tipo, la música. Se organizaron conciertos y algunos DJ’s vinieron para amenizar este encuentro.
Os dejo una foto después del partido final con dos amigos del equipo ganador y otro del segundo clasificado.
El resultado fue una tarde genial en la que multitud de estudiantes dejaron por unas horas apartados los libros para disfrutar de un tiempo buenísimo y de buena compañía.
Dentro video.