Ya sea porque venís de erasmus, de viaje o simplemente a visitar a algunos amigos, os traigo unos cuantos consejos en cuanto a aeropuertos.
Primero de todo comentar que existen dos aeropuertos: el internacional de Zaventem y el de Charleroi.
- Por un lado, se encuentra el aeropuerto de Zaventem, situado a unos 20 minutos del centro de Bruselas y a unos 15 minutos de Lovaina. Es el más cercano a la ciudad y es hasta allí donde vuelan la mayoría de compañías aéreas regulares, y otras de bajo coste como Vueling o Ryainair.
Desde este aeropuerto, al estar más cerca de Bruselas, existen muchas posibilidades de llegar al centro de la ciudad. Algunas son el autobús o el taxi, pero yo recomiendo ir en tren ya que sale más económico y no tardas nada. El precio es de unos 5-7€. No recomiendo el uso del Go Pass para este caso, porque tendrás que pagar un impuesto especial de aeropuerto llamado Diabolo Fee de unos 2€ más.
- Por otro lado, se encuentra el aeropuerto de Charleroi. Este aeropuerto está muy alejado, a una hora en autobús desde la estación de Midi de Bruselas. Pensar que para ir hasta Lovaina, tendréis que coger ese autobús hasta Bruselas y después otro tren desde Midi hasta Lovaina.
Sinceramente os recomiendo a todos que voléis siempre hasta Zaventem, porque además de dinero os vais a ahorrar muchísimo tiempo. Tiempo que podéis aprovechar después descubriendo la maravillosa ciudad de Lovaina…
Tengo 21 años y nací en Barcelona, aunque vivo en Cambrils, un encantador pueblo marítimo en la provincia de Tarragona. Estudio química en la “Universitat Rovira i Virgili” de Tarragona y he venido aquí para acabar mi carrera universitaria en la UC Leuven-Limburg (associada a la KU Leuven).
¿Y porque decidí presentarme a esta beca para ser corresponsal de Erasmus en Flandes?
Porque soy una química con intereses de “blogger”. Así soy yo, un poco de aquí y un poco de allá, con intereses tan diversos que comprenden desde la ciencia hasta la fotografía, desde la cultura hasta la fiesta y desde los gofres hasta la cerveza belga. Me apasiona viajar, aprender, reír, comer, disfrutar y vivir la vida al límite… Es por ello que decidí acabar mi carrera universitaria en la Salamanca de Europa, Lovaina, y así no perder la esencia de mis raíces.