No hace falta hacer mucho hincapié en decir que la cerveza puede ser el mayor o al menos el mejor símbolo de Flandes. Las miles de variedades que existen en esta tierra cubren los deseos de sus habitantes, y difícil es decir si una es mejor que otra. Sin embargo, entre los entendidos de la cerveza existe una categoría superior, algo así como la Champions League de las bebidas espirituosas fermentadas. Estamos hablando de las cervezas trapenses.
Las cervezas trapenses deben seguir una regla de elaboración que pocas marcas pueden conseguir. Estos bebidas fermentadas deben ser producidas bajo unas fuertes reglas de desarrollo. Estas cervezas deben ser producidas en monasterios, y sus beneficio suelen servir para sufragar los gastos derivados del mantenimiento de los mismos. Los nombres de las elegidas son: las belgas Rochefort, Westmalle, Orval, Achel, Chimay, Westvleteren; la holandesa La Trappe y Zundert; la estadounidense Spencer; la austriaca Engelszell; y la italina Tre Fontane. Son las cervezas belgas las que tienen más tradición y más años de producción tienen a sus espaldas. Sin embargo, hay una de ellas cuya leyenda es superior a todas las demás. La archiconocida Westvleteren.
Westvleteren se produce en un pequeño monasterio a escasos kilómetros de Poperigne. Sin embargo, su leyenda reside en que su producción se restringe solamente al monasterio y al bar que ha sido abierto en los últimos años. Su bar recibe cada día miles de visitantes que acuden de todas partes del mundo para probar la cerveza con mayor magia del mundo. Son tres las variedades que podemos encontrar en dicho bar: Westvleteren rubia, Westvleteren 8 y Westvleteren 12. Esta última ha sido reconocida varias veces como la mejor cerveza del mundo, y muchos son los adeptos que viajan hasta aquí por el mero hecho de probarla. Además de la cerveza, el bar ofrece ricas tapas de paté y de queso trapense.
Llegar a dicho monasterio es algo complicado. Sin embargo, existe transporte público desde Poperigne para llegar al bar. çDebes llamar unos dias antes para que el autobús esté disponible. Puedes comprar también esta cerveza tan especial en la tienda oficial del monasterio, pero sólo los más privilegiados pueden conseguirla. No esperes más y prueba una cerveza de leyenda.
Soy un madrileño, bastante castizo, nacido hace casi 24 años. Llegué a la ciudad de Lovaina hace dos años para estudiar un Master en Ingeniería biomédica. Soy un gran amante de la literatura y de la historia (sobre todo de las Guerras de Flandes, así que estáis de suerte).
Estos años me he dedicado, además de a beber cerveza, a recorrer los paisajes flamencos en bicicleta. Por tanto, mi idea es enseñaros algunos trucos y rutas interesantes aptas para todos los gustos y condiciones físicas.
Soy un enamorado de la arquitectura flamenca y brabanzona, y me gustan mucho los pueblecitos pequeños, así que intentaré enseñaros lugares menos conocidos o frecuentados. Como ya habréis podido imaginar, soy un gran amante de la cerveza belga ( siempre con responsabilidad) y tanto tiempo aquí me ha dado la oportunidad de probar muchas, así que haré alguna que otra sugerencia para aquel que se deje aconsejar.
Tampoco faltará información sobre festivales de música de todo tipo y forma, uno de los mayores atractivos veraniegos, y de vez en cuando algunos consejos sobre donde comer platos típicos, restaurantes con encanto, alguna fiesta que otra… todo lo necesario para disfrutar de un verano inolvidable.