Esta ciudad flamenca ha sido un testigo privilegiado del devenir de la Historia. En ocasiones pasivamente y en ocasiones participando activamente, ha sido terreno de batalla de los antiguos romanos, de Luis XIV, del Sacro Imperio Romano Germánico y más recientemente de la Primera Guerra Mundial entre los acontecimientos más importantes. Ubicada a una hora en transporte público desde Gante y a dos horas desde Bruselas, Ypres cuenta a día de hoy con una población de unos 35000 habitantes, a pesar de que en el silgo XII era la tercera mayor de Flandes gracias a su posición estratégica para el comercio con Inglaterra y por su importante industria textil.
La ciudad fue arrasada durante la Primera Guerra Mundial, en la que perdió la mitad de su población. Posteriormente fue reconstruida con el dinero que tuvo que pagar Alemania tras la Conferencia de Paz de París en 1919. Tanto la Plaza Mayor, como la Catedral de San Martín, como la Lonja de Paños, que era uno de los mayores centros de comercio de Flandes, fueron diseñados para asemejarse lo más posible al diseño original. Aparte de estos edificios, el campanario de la ciudad fue proclamado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999. Sin embargo, lo más importante de la ciudad son los memoriales de la Primera Guerra Mundial.
En 1914, las fuerzas Aliadas se disputaron con los alemanes el control de la zona por las ventajas estratégicas que suponía la costa belga. Tres batallas principales se sucedieron durante la guerra ocasionando numerosas pérdidas en ambos bandos. El enfrentamiento más sangriento ocurrió en la Tercera Batalla de Ypres en 1917. Cuatro meses de lucha dejaron medio millón de fallecidos y una ciudad completamente destruida, todo ello para que las fuerzas Aliadas ganaran solamente unos pocos kilómetros de tierra. A día de hoy, se puede visitar en la ciudad la Puerta de Menin, un monumento de guerra recordando a los caídos del bando Aliado. También se puede visitar el In Flanders Field Museum, ubicado en la segunda planta de la Lonja de Paños, que explica de manera muy didáctica y emocional la historia de la Primera Guerra Mundial. Además, a 10 minutos se encuentra el cementerio con miles de tumbas de los caídos.
En resumen, es una ciudad con muchísima historia que te permitirá revivir la Primera Guerra Mundial al más mínimo detalle. La ciudad en sí es un museo gigante si se tiene en cuenta que la mayoría ha sido reconstruida. Si tienes oportunidad, no dejes pasar la oportunidad de visitar esta joya.