A finales del s. XIX, con el auge de la burguesía, la influencia de los terrenos de ultramar y la aparición de nuevos materiales de construcción, la arquitectura y las artes decorativas en Bélgica abandonan los modelos históricos, dando paso a formas más libres y creativas. Este nuevo estilo arquitectónico, el Art Nouveau, destaca en todo Flandes y sobretodo en Amberes, la ciudad burguesa por excelencia.
Hay más de cien edificios de este estilo, mostrándose en todas sus variantes y conviviendo con la arquitectura neogótica, neorrenacentista y ecléctica. Aquí, a pesar de la influencia directa de la arquitectura de Bruselas, en especial la de Victor Horta y Gustave Strauven, el Art Nouveau desarrolla particularidades propias a partir de la relectura del Renacimiento flamenco.
El carácter burgués de este nuevo estilo se nota por la gran cantidad de ejemplos que podemos encontrar de arquitectura doméstica y no de edificios públicos. La mayoría de ellos se concentra en las dos áreas del ensanche de los 80, urbanizadas fuera de la ciudadela: en la zona este, el distrito de Zurenborg y el barrio sur, el ’t Zuid.
El barrio Zurenborg, cerca de la estación de Berchem, era una zona rural que en 1837 pasó a ser propiedad de las familias Cogels y Osy. Fueron éstas las que encargaron la construcción de un barrio de casas señoriales a importantes arquitectos, siendo una de las primeras zonas con planificación urbanística de Amberes.
La mayor parte de la clase burguesa se trasladó a Zuremborg y en 1980, todo el barrio fue declarado zona protegida de la ciudad ya que en él se halla el complejo art nouveau más importante de Amberes.
La diversidad estilística, el colorido de las fachadas, la asimetría, los juegos de llenos y vacíos, la variedad decorativa y la fisionomía ajardinada, hacen que sea un distrito peculiar y único. Pasear por sus calles es como adentrarse en un mundo de ensueño donde cada fachada es totalmente diferente al resto, por lo que lo mejor es ir sin rumbo fijo y perderse entre sus calles, colores y formas tan particulares e irrepetibles.
Entre todas estas casa, caben destacar las cuatro casas del arquitecto Joseph Bascourt, éstas forman el cruce entre Waterloostraat y General Van Mariensatraat y en cada fachada hay un mosaico diferente representando una de las cuatro estaciones del año.
Paseando por Waterloostrat podrás contemplar muchos otros ejemplos como la Casa de los Girasoles, en el número 50, De Jules Hofman, Los nenúfares en el 42, de Cols y Defever o los números 11 y 30, en cuyas fachadas hay mosaicos de la batalla de Waterloo.
En el barrio ’t Zuid, las construcciones de este estilo son menos numerosas por lo que estas obras maestras se encuentran más aisladas, resaltando entre el resto de edificios.
Cabe destacar, en la calle Volkstraat 40, uno de los pocos edificios diseñados íntegramente en estilo Art Nouveau, el Help U Zelve y actualmente la Steiner School. Fue construido en 1901 por Van Asperen y Van Averbeke, el denominado “Horta amberino”. Los mosaicos, los forjados sinuosos con motivos orgánicos y los ventanales curvos lo convierten en uno de los edificios más cautivadores de la ciudad.
No muy lejos de ella se encuentra la Casa de los Cinco Continentes o El barquito ya que el balcón de esta casa tiene la forma de la proa de un barco y sus ventanales tienen el nombre de los cinco continentes.
Si sigues paseando por el barrio encontrarás muchas más como por ejemplo, la del número 22 en Beeldhouwerstraat, de Van Oenen o el 102 de Mercatorstraat de Van Averbeke.
Ambos barrios, Zurenborg y ’t Zuid son lugares perfectos para pasear, perderse entre sus calles, fijarse en todos los detalles y conocer unas zonas y una arquitectura en Amberes totalmente diferente a la que ya conoces. Así que ¡anímate y acércate a descubrirlo!
Soy una de las 7.500 millones de personas que vive en el mundo. Una a la que le encantaría descubrir todo lo que hay en él, ya que me apasiona viajar y conocer todo aquello que me rodea. Además, viajar me permite disfrutar otras de mis pasiones, la gastronomía y la arquitectura.
Mi aventura en esta ciudad no empieza aquí, comenzó el 17 de septiembre, y, desde entonces ha sido un no parar de descubrir, de ver, de viajar, de aprender, de fotografiar, de sentir, de vivir…
Después de casi 5 meses viviendo en Amberes, espero que mi experiencia pueda serviros de ayuda tanto a los que vais a venir, como a los que ya lleváis aquí un tiempo como yo, dado que, a pesar de haber conocido gran parte de esta maravillosa ciudad, siempre hay cosas nuevas que descubrir, pero también, otras ya conocidas que redescubrir.